Después de un mes de julio en el que se gastó alrededor de 100 millones en compras, y a la espera de los últimos días del mercado de fichajes en los que intentará llenar las casillas que faltan para completar la plantilla de De Rossi, el director deportivo Ghisolfi está llamado a hacer más espacio con algunas ventas. El objetivo es doble: reducir aún más el coste global de la plantilla (importe de salarios y amortización de fichas), y obtener más «cash» para gastar nuevamente en el mercado.
Según cuenta este martes el diario Corriere dello Sport, con los números en la mano, todavía quedan 9 jugadores que podrían marcharse y cuyas transferencias supondrían un ahorro global de 40 millones de euros más, sin tener en cuenta el valor de las cartas. Se trata de Abraham, Smalling, Darboe, Shomurodov, Karsdorp, Kumbulla, Solbakken, Bove y Zalewski.
El que más pesa en las cuentas de la Roma es Abraham, que entre salario y amortización tiene un coste de 14 millones 370 mil euros. Por este motivo, la Roma busca una solución definitiva para él: cediéndolo, de hecho, «sólo» se ahorrarían los aproximadamente 6 millones de salario bruto. Fue prometido al Milan, que sin embargo está esperando debido al elevado coste de la operación.