La negociación que habría llevado a Dean Huijsen a vestir la camiseta del Frosinone parecía estar a punto de concluir, sin embargo, menos de veinte días después del cierre del mercado de fichajes, el central salta al campo del Stirpe, pero con la camiseta de la Roma cuenta el portal ForzaRoma.info.
De hecho, los Giallorossi habían entrado en la negociación por el futbolista propiedad de la Juventus en el último minuto y lograron convencer al joven defensa de ir a Trigoria que hoy, contra el Frosinone, marcó un gol espectacular (que recuerda a un gol que hizo en un desafío entre Juventus Next Gen y Foggia) arrancando desde atrás con regates y disparo desde fuera del área, acción que ni él ni la afición de ambos equipos olvidarán fácilmente. Además, hasta el minuto 38, con cada toque de balón el chico nacido en 2005 era fuertemente abucheado por el público del Stirpe y en el momento de su polémica celebración al silenciar al público también recibió una tarjeta amarilla.
Imperturbable ante De Rossi, que no se había dejado enfadar demasiado en el momento del 1-0, fue Mancini quien aumentó su rabia diciéndole «Qué gol ha marcado»; en ese momento el entrenador arrojó una botella de agua que sostenía, subrayando «sí, pero ya pónganse a jugar». DDR le sustituyó por Llorente en la reanudación de la segunda parte. Un trasfondo importante del episodio es siempre Gianluca Mancini, que hoy lució el brazalete en lugar de Pellegrini, que no fue titular.
El defensa giallorossi corrió inmediatamente hacia su compañero en el momento de la celebración, pidiéndole explicaciones sobre el polémico gesto que a su juicio era innecesario, pues en las imágenes de DAZN se lee en los labios «¿Pero por qué?». A pesar de ello, alejó a todos sus oponentes del joven neerlandés defendiéndolo con dureza y sin pensarlo dos veces. Un gesto de un capitán y líder que demuestra la importancia del central en el grupo del equipo.
De Rossi también tras el partido comento:» ¿Qué le dijo a Huijsen tras el cambio? Que se llevara el dedo a la boca es una tontería, pasara. He hecho algunas estupideces en el campo, no puedo darle moral pero puedo decirle que le costó 45 minutos de un partido de Serie A y nos obligó a hacer un cambio. No es un gesto muy grave, pero la próxima vez no lo volverá a hacer».