El domingo Claudio Ranieri fue bañado por el cariño de todos los aficionados de la Roma y en el homenaje por su último banquillo en el Olímpico. Una fiesta celebrada antes, durante y después del partido contra el Milán, hasta las faldas del campo con los nietos.
Pero el trabajo de Sir Claudio aún no ha terminado. El domingo se juega contra el Torino, último partido del campeonato que decidirá en qué competición europea participará la Roma el año que viene:»No iremos a la Champions – admitió ayer a Radio Rai -. Lo intentaremos con todas nuestras fuerzas pero creo que la Juventus tiene más posibilidades que nosotros«. Sin embargo, la atención de los aficionados ahora se centra en el entrenador del futuro.
El nombre que encabeza la lista de deseos de Ranieri, asesor principal de los dueños – escribe Marco Juric en La Repubblica – es Gian Piero Gasperini. Sus peticiones son muchas y van desde el mercado, a la gestión, hasta el salario. El precio que se pide es alto, en línea con el salario de 5 millones de euros (más importantes bonificaciones) previsto en el contrato actual con el Atalanta. La última palabra la tendrá el presidente Dan Friedkin, que todavía sueña con dar otro golpe de efecto al estilo Mourinho.
