Gian Piero Gasperini se encuentra en Trigoria. El entrenador llegó al centro deportivo esta mañana, acompañado de Ghisolfi y Ranieri. Su agente también se encuentra en la capital y crece la expectación por el comunicado oficial, que podría llegar en las próximas 24 horas. Aunque más probable que el anuncio se haga mañana.
En cuanto se resuelvan los últimos detalles de la rescisión del contrato con la Atalanta, la Roma anunciará al nuevo entrenador y también se publicarán sus primeras palabras. Está listo para firmar un contrato hasta 2028 por 5 millones de euros más primas. También está presente en Trigoria el director administrativo y consejero general del club, Lorenzo Vitali.
Con Ranieri, Gasp ya habló sobre la situación del portero, pero también sobre otros jugadores cuenta La Gazzetta dello Sport. Empezando por aquellos con una incógnita como Pellegrini, Paredes y Dovbyk. Tres figuras clave de la plantilla que, sin embargo, no encajan a la perfección con las ideas de Gasperini. También hablaron sobre los jugadores que están cedidos en otros equipos y que volverán a la base. Entre ellos, Kumbulla también podría quedarse; Gasp lo evaluará durante el verano.
Es más difícil que Hermoso se quede, no solo porque gana mucho, sino también porque no parece tener las características que Gasp desea para su defensa. Para reforzarla, se barajan varios nombres: desde el argentino Balerdi (pero el Marsella pide mucho, más de 30 millones) hasta el colombiano Lucumì del Bologna (cuyo contrato vence en un año) y el marfileño Kossounou, con quien Gasp ya contó esta temporada en el Atalanta.
En la delantera, Abraham volverá tras su cesión, a quien el nuevo entrenador quería en la época del Atalanta. Pero era 2021, el inglés no se había lesionado y no ganaba tanto como hoy. Por lo tanto, a la Roma le resulta fácil colocarlo en otro equipo. La mira no solo está puesta en Lucca y Krstovic, sino también en Sargent, del Norwich, y Woltemade, del Stuttgart, que sin embargo cuesta mucho: 40 millones. En resumen, desde ayer los primeros movimientos son (casi) oficiales.