No hubo acuerdo entre Gian Piero Gasperini y la Roma. El humo fue más bien gris. El jueves en Florencia el entrenador se reunió con toda la directiva: Dan Friedkin, Ryan Friedkin, Claudio Ranieri y Florent Ghisolfi. Según informó ‘La Gazzetta dello Sport‘, habrá que esperar un poco más para saber si finalmente la unión se concretará.
Una cuestión de garantías técnicas, fair play financiero y también de oportunidades más o menos veladas. Esto es lo que se desprende de la conversación que duró un par de horas y tuvo lugar a última hora de la mañana. Gasperini habló con los Friedkin sobre planificación y organización, pero sobre todo sobre garantías técnicas y el mercado. Gasp, se llevó una muy buena impresión de los dueños de la Roma, quienes le explicaron con precisión la situación del balance de los Giallorossi (-81,4 millones al cierre del último ejercicio, con una deuda neta de 504,7 millones) y las dificultades para operar en los próximos dos mercados.
La Roma —continúa el periódico en su página web— se ha tomado su tiempo para comprender cómo sortear las restricciones del fair play, también porque Gasperini ha pedido garantías de contar de inmediato con un equipo a la altura. Para ganarse de inmediato el apoyo de la afición, que aún desconfía de él, ha comenzado con el pie derecho.
En la capital, la paciencia no será la misma que en Bérgamo. Ahora toca ver que pasa en los próximos días/horas, cuando la Roma haya estudiado mejor la situación y pueda dar respuestas más precisas a Gasperini sobre el fair play financiero, intentando así invertir de inmediato importantes sumas para reforzar el equipo. Mientras tanto, el técnico piamontés ha regresado a Bérgamo, donde deberá aclarar la situación con los Percassi, de quienes se desea desprenderse de la mejor manera posible.