«Hay un principio y un final. No habrá renovación de este contrato, veremos si se da el caso de dejarlo expirar en 2026 o de pararlo ya al final de esta temporada«. Así, Gian Piero Gasperini, después de una década, se despide de Bergamo y desde lo alto de un trabajo extraordinario, que empezó lentamente y ha alcanzado cotas casi impensables para un equipo como el Atalanta. Se va, al final de esta temporada o al final de la próxima, dice: ‘el ciclo ha terminado y no podemos ir más allá‘, escribe Alessandro Angeloni en Il Messaggero.
Es una apuesta segura que después de una declaración como ésta, es más probable ver a Gasp en otro banco ya en junio. ¿Y cual podría ser? ¿Roma, Napoli? No se sabe, lo que es seguro es que a Claudio Ranieri le gusta mucho un entrenador como Gasp. Porque tiene el perfil adecuado para lo que necesita la Roma: reconstruir desde abajo, con ideas e inversiones, ojalá sólo momentáneas, no estratosféricas. Un proyecto a largo plazo, la repetición del Atalanta, que llegó para jugar con regularidad en la Champions y hace menos de un año consiguió lo que la Roma había (por así decirlo) fracasado, es decir llevarse a casa la Europa League. Gasperini está considerado un entrenador top por aquí (no muy popular entre muchos), y algunos afirman que además de sus tres millones fijos por temporada, también recibe un porcentaje de las ganancias de capital, y el Atalanta es un maestro consagrado en esto.
Rainieri ya había pensado en él en momentos insospechados, ahora que el técnico se ha abierto a su salida, expresando su intención de liberarse, vuelve a ponerse en la fila. Poniendo a Gasp, inevitablemente, en la fila para el banquillo de la Roma. Al fin y al cabo, Sir Claudio había hablado de un entrenador de primer nivel. El año pasado Gasperini estuvo a un paso del Napoli, al que había definido como «el amante» que lo cortejaba. De Laurentiis, ante su no, había optado por quedarse en Bérgamo tras el éxito en la Europa League, desviando la atención hacia Antonio Conte, ciertamente no una opción de reserva. Por lo tanto.