Este sábado es el último entrenamiento en Trigoria, el domingo en el último partido al frente del banquillo de la Roma ante La Spezia. Paulo Fonseca busca un puesto en Europa, antes de marcharse y ceder su puesto a Mourinho. El portugués quiere acabar con una victoria antes de despedirse. Intentará cerrar con tres puntos, para mantenerse a salvo de cualquier sorpresa, desde Reggio Emilia, donde el Sassuolo se medirá a la Lazio.
El miércoles Fonseca invitó a cenar a todos sus colaboradores según informa Corriere dello Sport. Siete, como el primero grupo llegó a Roma junto a él, en el mismo restaurante, de Consolini en Via Marmorata. Su staff técnico portugués al completo: Nuno Campos, Tiago Leal, Pedro Moreira, Nuno Romano, el analista de partidos Luis Pereira y su secretario ucraniano Vitaliy Khlivunyuk, quienes durante los partidos encuentran espacio en los banquillos adicionales.
Fue la cena que cerró su experiencia romana. Antes de servir los platos principales, Fonseca pidió a los camareros que esperaran y tuvieran unos minutos de privacidad. Dio un discurso bastante largo a sus fieles escuderos, que pronto estarán con él nuevamente en la nueva aventura. Marco Savorani, el entrenador de porteros que dejará la Roma y con el que ha trabajado bien, también podría unirse a el staff del luso. Fonseca ha tenido muchas ofertas, pero le gustaría quedarse en Italia, por lo que consideraría la propuesta de la Fiorentina, pero le dijo a la gente de confianza que aún no se había cerrado.