Capítulo 16, página 229 de la autobiografía de Alex Ferguson, «My Autobiography», escrita con el periodista Paul Hayward, ediciones de Hodder & Stoughton, copyright Sir Alex Ferguson, 2013: «El 7-1 sobre Roma el 10 de abril de 2007 fue uno de nuestros principales resultados internacionales. Hubo dobletes de Michael Carrick y Cristiano Ronaldo, goles de Rooney, Alan Smith e incluso Patrice Evra, su primer gol europeo. Los grandes juegos generalmente los ganan 8 jugadores. Te puede pasar media docena de veces en tu carrera que haya once jugadores dándolo todo en un partido. Ese juego fue una de esas excepciones. El segundo gol fue una acción espléndida con seis pases y seis jugadores, todos ellos de primera. La Roma fue un excelente equipo con campeones como Totti, De Rossi y Chivu «.
Catorce años después, Alex Ferguson recuerda con clara lucidez aquel partido de cuartos de final de la Liga de Campeones que clasificó a los Diablos Rojos tras el 1-2 de la Roma en la ida en el Olímpico. Tras retirarse en 2013, con la entrega del último título inglés ganado por el United, el gurú escocés ha tenido una presencia continua pero discreta en el día a día del club. La hemorragia cerebral sufrida en 2018 se superó sin daños. Ferguson habló sin velo de esos días dramáticos en la película dedicada a su vida, que se estrenará en mayo en Glasgow, su ciudad natal: «Pensé que había perdido la memoria. Esta película me permitió volver sobre los momentos más importantes de mi vida y el hecho de que mi hijo Jason lo hiciera me hizo sentir más tranquilo ». Sir Alex ha vuelto a Old Trafford y seguirá el partido ante la Roma en las gradas.
¿Por qué el Manchester United logró jugar el partido «perfecto» esa noche?
“Intento plasmar el concepto con una imagen musical: cada intérprete propuso su mejor música y todos juntos compusieron una sinfonía sublime. Y quien dirige la orquesta no puede dejar de quedar encantado con lo que está sucediendo ”.
¿Cuáles fueron las sensaciones que sentiste durante ese partido?
«Tuve la percepción inmediata de que estaba viviendo una de esas noches que un entrenador rara vez disfruta en su carrera. Cuando un equipo alcanza esos niveles de perfección, para un técnico es una gran satisfacción y es el espectador privilegiado de un espectáculo espléndido ».
En su autobiografía cita a Francesco Totti, símbolo de la Roma: ¿alguna vez intento llevarlo a Manchester?
«Nos gustó el jugador y nos hubiera gustado incluirlo en nuestro plantel, pero cuando expresamos nuestro interés, inmediatamente quedó claro que Totti no quería irse de Roma. Estaba profundamente apegado a su ciudad. Su currículum es claro: Totti solo vistió la camiseta de la Roma en su carrera ».
Tras el partido se llevó a cabo el tradicional ritual de la copa de vino con el entrenador contrario: ¿qué recuerdas de ese momento compartido con Luciano Spalletti?
«Me alegró que Spalletti aceptara la invitación, a pesar del resultado y la eliminación. Vino a mi oficina a tomar una copa y el hecho de que se presentara, cumpliendo su promesa, fue una demostración de fuerte personalidad. Supongo que ese brindis no fue fácil para él, pero no se echó atrás, como un verdadero deportista ».
