Federico Chiesa y Raoul Bellanova siguen siendo dos objetivos de la Roma asegura Marco Juric este jueves en el diario La Reppublica. Al menos mientras el mercado esté abierto. Los dos jugadores estuvieron entre los primeros perfiles solicitados por Daniele De Rossi al inicio del mercado de fichajes. Y el club Giallorossi pretende hacer todo lo posible para complacerlo. A pesar de un mercado de fichajes por valor de más de 90 millones de euros gastados. Pero los espacios que ocupan los dos jugadores son exactamente aquellos en los que la Roma necesitaría refuerzos. Ambos siguen siendo los favoritos del técnico. Pero ambas negociaciones están en suspenso. Por este motivo, Ghisolfi lleva semanas evaluando otras alternativas, pero el doble golpe italiano sigue en pie. Raoul Bellanova ha elegido la Roma. El futbolista presiona para que se de su pase a los Giallorossi. Confió a quienes lo conocen bien que la idea de ir a la Roma le entusiasma y ya durante la Eurocopa ha habido más de una charla con los internacionales italianos romanistas.
Considera el traslado a la capital un paso importante en su carrera, teniendo en cuenta también la espléndida temporada que realizó con la camiseta granata. De Rossi le respeta y sabe que en Roma tendría la camiseta titular casi asegurada. Pero al mismo tiempo el jugador no quiere interponerse en el camino del Torino y su afición. Por eso nunca se ha expuesto públicamente y espera la evolución del mercado. El problema sigue siendo el precio: Cairo quiere 20 millones. Preferiblemente efectivo, también porque el Torino debe ingresar para poder reforzarse. Actualmente el índice de liquidez marca los 5 millones de euros con la negociación con el traspaso de Ilic al Zenit estancada. Se suponía que él sería el cheque de caja de la granata para asegurar el mercado saliente y apoyar el entrante. Pero hace días que nadie se pone en contacto desde San Petersburgo. Un punto muerto que podría favorecer a la propia Roma que, con la compra de Bellanova, daría nueva liquidez al Torino para reforzar el equipo de Vanoli.
Un dominio de mercado que tiene el dinero como mínimo común denominador. Por un lado, el director deportivo Vagnati se mantiene firme: «Está bien que Raoul se quede en Turín». Por otro lado, Ghisolfi, que volvió a llamar a los agentes del jugador (la semana pasada) para pedirles actualizaciones. Con el director deportivo de la Roma queriendo incluir alguna compensación para abaratar el precio. Por muy enredada que sea la negociación por Federico Chiesa. O mejor dicho, el interés constante de la Roma que sigue esperando una decisión del jugador. Por ahora el atacante de la Juventus no se pronuncia y deja sus deseos a la interpretación de todos. Ayer el italiano compartió una publicación con un significado críptico en su perfil de Instagram: el futbolista clase del 97 compartió una foto mientras celebraba con la camiseta de la Juventus y en el pie de foto aparecían emojis en blanco y negro. Un mensaje que se viralizó con más de quince mil comentarios y que luego fueron bloqueados por el propio futbolista.