Seguridad para hoy, pero, sobre todo, para mañana. El futuro de Svilar en los Giallorossi aún está por escribirse y las negociaciones para la renovación del contrato que expirará dentro de dos años están en curso, a la espera de las conversaciones decisivas. Mientras tanto, el portero belga sigue siendo una de las mayores certezas de la plantilla. El camino para ganarse el estatus de indispensable fue largo, pero al final Svilar conquistó a todos y hoy es la piedra angular de la Roma.
Milan-Roma, el último partido Mourinho en el banquillo de los Giallorossi, como punto de inflexión para un grupo que vuelve a ser protagonista en Europa y en el campeonato. Esta temporada también empezó como acabó la anterior. Intervenciones prodigiosas y un liderazgo ahora consolidado como guía de la defensa. Veinte paradas realizadas en los primeros siete días que, sin embargo, le valieron sólo tres porterías a cero y sólo cinco goles encajados.
Paradójicamente, él también se encuentra entre los supervivientes que permanecen estos días en Trigoria. Víctima de un auténtico problema, de hecho, hoy se encuentra sin selección nacional. Octubre, asegura el diario Il Tempo, debería ser el mes clave para dar también algunos pasos decisivos en el frente de la renovación, dado que el director deportivo Ghisolfi había puesto en la agenda algunos nombramientos en este sentido.