Vuelve a empezar la tarantela: culpa de Fonseca, culpa de los jugadores, culpa del club. Seguros solo están los números: la Roma está sexta en la clasificación, con muchas posibilidades de ser superada por la Lazio, y casi siempre se ve abrumada en los enfrentamientos cara a cara con los punteros escríbe Roberto Maida en Il Corriere dello Sport.
Ante esta realidad, el mismo técnico que habló de «falta de coraje, miedo, mentalidad». Se rindió, asumiendo la responsabilidad de no haber transmitido mensajes virtuosos al equipo. Fonseca nunca había sido tan duro y claro con los suyos y consigo mismo desde que trabajaba en Italia.
La reunión entre Friedkin y Tiago Pinto
Los Friedkin hablaron de esto y mucho más con Tiago Pinto en un encuentro sostenido este lunes en Trigoria, a raíz de la mala cara vista ante el Napoli. El presidente Dan, negandi con la cabeza durante el partido al ser encuadrado por las cámaras, anunció con ese lenguaje corporal la necesidad de un encuentro en el que Fonseca, que tenía el día libre, no participó.
Nadie quiere cambiar de entrenador, Dios no lo quiera. Ni siquiera tendría sentido solo a unos días del importante desafío europei. Pero el Estado Mayor de la Roma hizo un balance de la situación, para analizar las causas de un desempeño fluctuante entre la Liga y las Copas y, en consecuencia, estudiar las soluciones de emergencia en vista de la parte final de la temporada.
Llegar a la Liga de Campeones a través del campeonato ahora se ha vuelto difícil, pero siempre hay un doble desafío ante el Ajax en el horizonte, con perspectivas y ambiciones relativas.
.RPR.