Después de la dura derrota de la Roma ante el Milan, hoy en Trigoria es el día de las confrontaciones. Entre los dos lados del océano. En Roma con Ryan Friedkin y Lina Souloukou y en Estados Unidos con el presidente Dan Friedkin. Para decidir el futuro en el banquillo de la Roma de José Mourinho. La derrota de Milán habría marcado el fin de la paciencia con el portugués y desde hoy su despido se convierte en una posibilidad concreta.
Después de un mes de ultimátums, que comenzaron en diciembre tras la derrota en Bologna, el límite parece alcanzado. La propiedad ocupa el cuarto lugar y «los resultados están en línea con las enormes inversiones realizadas en el verano». Tiago Pinto estará fuera de la convocatoria prevista para primera hora de la tarde para decidir qué hacer. Por este motivo no se puede excluir la solución del barquero. Con la sugerencia de De Rossi empiezan a aparecer por Trigoria.
El encuentro con los jugadores
Anoche José Mourinho, al contrario de lo que ocurrió en varias ocasiones este año cuando, a pesar de estar sancionado, apareció en los micrófonos de televisión después de los partidos (ejemplos Salernitana, Verona, Praga, por nombrar algunos), decidió guardar silencio.
Al pitido final, bajó al vestuario y habló largamente con el equipo. Durante la conversación con sus jugadores, Mourinho preguntó por primera vez a sus jugadores si creen que él es el problema de los malos resultados de este año, hasta ahora amargos de satisfacciones, afirmando también que está dispuesto a dar un paso atrás.
De momento no hay reacción oficial por parte de los propietarios, ya que los rumores de su despido rondan desde hace días sobre la cabeza del portugués, que cada vez está más lejos de una renovación con el club. Así lo informó la emisora de radio Retesport.