Según cuenta Il Corriere dello Sport, el pasado lunes por la tarde la Villa Miani se llenó de todo tipo de autos deportivos con motivo de la fiesta navideña organizada por la Roma para jugadores, staff y empleados. Cientos de miles de euros aparcados en el sugerente emplazamiento con vistas a la capital italiana, más un coche que no tenía absolutamente nada de rico y lujoso. Era el de Niccolò Pisilli que llegó en su Toyota Yaris. Y luego sólo queda reírse de los agentes de seguridad del evento que no reconocieron al joven Pisilli en las puertas de entrada de la villa en su «modesto» coche.
Niccolò sonrió y se fue de nuevo, la misma gran sonrisa que mostró después del partido ganado al Lecce gracias también a su entrada en el campo, al trabajo de calidad, esfuerzo y a un gol para aplaudir. Cuanto más tiempo pasa, más mejoran sus prestaciones y más clubes se interesan por Pisilli, que ahora sólo piensa en la Roma, naturalmente. Actualmente, Niccolò todavía recibe su salario de Primavera, 70 mil euros netos por temporada.
Sin pasar de un exceso a otro, ciertamente está en los planes de Ghisolfi y los Friedkins darle un aumento a Niccolò para darle confianza y al mismo tiempo asegurarlo en la Roma. Ya ha habido contactos entre el entorno de Pisilli y la dirección de Giallorossi, sin prisas a principios de 2025 volverán a hablar de ello antes de llegar al esperado humo blanco.