El problema, si lo hay, surgirá a partir del jueves por la noche, inmediatamente después del partido de vuelta contra el Oporto en el play-off de la Europa League. Porque hasta ese partido, la mente de la Roma y de Claudio Ranieri estaba (casi) enteramente centrada en la Europa League y en la única competición que puede dar realmente sentido a la temporada giallorossi, escribe Andrea Pugliese en La Gazzetta dello Sport. Nelsson
Naturalmente, si -como ya ocurrió en Venecia hace una semana- la Roma consiguiera ganar de nuevo esta tarde en Parma, algo podría cambiar a partir de los próximos partidos. Porque el calendario ayuda y pone a los giallorossi por delante seis retos al menos ‘ganables’ (después del Parma está el doble partido en casa con Monza y Como, luego el partido fuera contra Empoli, el Cagliari en casa y la visita al Lecce). La Serie A, si fuera necesario, podría convertirse en el objetivo de reserva para seguir teniendo esperanzas en Europa. Una esperanza que, por ahora, está enteramente ligada al éxito del partido del jueves ante el Oporto. Es por eso que Rainieri rotará a muchos hombres hoy, descansando a quienes deberán darlo todo el jueves y dando espacio a quienes quizás hasta ahora han tenido menos oportunidad de lucirse.
Pese a las ausencias de Dybala y Rensch por lesión y la de Cristante por suspensión, es probable que hoy jueguen en Parma los tres últimos llegados a los giallorossi: el defensa danés Nelsson, el centrocampista francés Gourna-Douath y el carrilero neerlandés Salah-Eddine. En ataque debería haber espacio para Shomurodov, a quien Ranieri ya tiene en alta consideración junto a Dovbyk. Con él Baldanzi (que entró ante Porto con la actitud adecuada) y uno entre El Shaarawy y Soulé, con el Faraón que parece tener una ligera ventaja sobre el argentino.
