Enzo Le Fée está listo. Cuarenta días después de la lesión muscular sufrida ante el Empoli, el futbolista francés vuelve a estar a disposición del técnico de la Roma asegura Marco Juric en el diario La Reppublica. Hoy el equipo tiene un día de descanso y mañana ya terminarán los preparativos para el partido fuera de casa contra el Elfsborg. Por este motivo, el calendario de Le Fée está fijado para el viernes, cuando volverá de lleno a los entrenamientos con el equipo. Ayer continuó con su trabajo individual y hoy seguirá presente en Trigoria para no perderse ni un solo día de su agenda personal de recuperación. El centrocampista quedo fuera el pasado 25 de agosto, cuando De Rossi todavía estaba en el banquillo de los Giallorossi. Juric lleva dos semanas, pero desde que llegó a la capital no ha tenido oportunidad de entrenarle todavía.
Pero no puede esperar para hacerlo. Le Fée es el perfil que más ilusiona al croata. Quienes lo conocen bien dicen que incluso está «enamorado» de él. Y justo en vísperas del partido contra el Venecia elogió al centrocampista francés, demostrando un profundo conocimiento del jugador: “Me gusta mucho Le Fée. Lo veo más como un centrocampista que como un mediocampista ofensivo, encaja perfectamente en mi forma de entender el rol. Es técnico, dinámico. Y sabe defender como yo quiero porque ha tenido entrenadores en el pasado que le han inculcado esto«. Especialmente Christophe Pélissier en Lorient, el entrenador que lo lanzó entre los profesionales. Su convocatoria para el partido de Suecia fuera de casa en Boras es muy complicada. El objetivo es la convocatoria ante el Monza para incluirle en las rotaciones del centro del campo lo antes posible.
Juric sigue buscando el equilibrio adecuado en la dupla de centrocampistas de su 3-4-2-1, donde alternó a Cristante, Koné, Pisilli y durante unos minutos también a Paredes. El francés tiene muchas posibilidades de convertirse en un jugador importante en las próximas semanas, dados los elogios públicos del técnico giallorossi. Un proyecto en la cabeza de Juric y en los sueños del director deportivo Ghisolfi, el mayor patrocinador del centrocampista francés. Que este verano puso el esfuerzo (y el dinero, mucho) para comprarlo al Rennes, rompiendo un cheque por valor de 23 millones de euros.