Después del partido contra el Cagliari en el Unipol Domus, la Roma volvió a los entrenamientos en Trigoria para preparar el partido de la segunda jornada de la Serie A contra el Empoli.
El equipo realizó un entrenamiento repartido entre el gimnasio y el campo, con un enfoque diferenciado: los jugadores que participaron en el partido realizaron una sesión de descarga, mientras que los que no saltaron al campo o jugaron poco trabajaron sobre el terreno de juego bajo la atenta mirada de Daniele De Rossi. En el entrenamiento también estuvo presente Paulo Dybala, que demostró una actitud tranquila, intercambiando sonrisas y abrazos con el técnico, señal de un ambiente relajado a pesar de los recientes rumores de traspasos.
La Roma disfrutará mañana de un día de descanso y volverá a los entrenamientos el miércoles, continuando con su preparación para el próximo partido contra el Empoli. Será el primer partido de temporada en el estadio olímpico y la Roma no puede cometer errores. Después de medio paso en falso ante el Cagliari, los Giallorossi necesitan los tres puntos para evitar un comienzo decepcionante como el del año pasado.
