Tras la victoria de ayer por la tarde por 3-2 ante el Porto, que selló el pase a los octavos de final de la Europa League, la Roma se ha reunido esta mañana en Trigoria para una sesión de entrenamiento de recuperación.
Trabajo de descarga para los que saltaron anoche al campo del Olímpico, sesión clásica en cambio para los que entraron desde el banquillo o no saltaron al campo. El equipo vivió entonces juntos el sorteo de Nyon: la urna decretó que el Athletic Club sería el rival de los giallorossi en octavos de final, dando alivio a quienes temían el derbi contra la Lazio. El equipo de Ranieri ya ha iniciado su preparación para el partido contra el Monza, previsto para el lunes 24 de febrero a las 20:45 en el Olímpico.
El entrenamiento de hoy finalizó con el habitual partido en campo reducido, ganado por el equipo formado por De Marzi, Rensch, Nelsson, Sangaré, Gourna-Douath, Pisilli y Baldanzi. Sin embargo, Dybala, Koné, N’Dicka y Shomurodov decidieron observar desde la banda la sesión de sus compañeros. Dovbyk no podrá contar con el equipo, ya que ayer estuvo fuera para el partido de vuelta de los play-offs de la Europa League, y es duda para el partido de la vigésimo sexta jornada de la Serie A, que se disputará el lunes por la noche. Obviamente Hummels estaba presente.