Tras la victoria por 5-0 ante Parma, la Roma volvió inmediatamente al trabajo y esta mañana para realizar su primer entrenamiento de la semana en el centro deportivo ‘Fulvio Bernardini’ de Trigoria con vistas al gran partido del domingo contra el Milan.
Como es habitual después de un partido, el equipo se dividió en dos grupos: ejercicios de descarga para los que jugaron ayer y trabajo sobre el césped para los que se quedaron en el banquillo. Destacan las ausencias de Bryan Cristante, que aún no se recupera del golpe en el tobillo sufrido ante el Atalanta, y de Niccolò Pisilli por fiebre. Claudio Ranieri entró al campo junto a Lorenzo Pellegrini: antes del inicio del entrenamiento ambos mantuvieron una breve conversación.
«Uno, dos, tres. ¡Vamos, vamos!», decía el preparador atlético mientras realiza un ejercicio basado en la velocidad. Luego se paso a trabajar con el balón y los jugadores juegan un partidillo en espacio reducido y con porterías pequeñas. «Presión y disparo a portería. Luego, si quieres jugar, hazlo, pero así es el juego», palabras de Ranieri antes del inicio de otro partido de práctica en un campo pequeño pero con porteros.