La Roma volvió a los entrenamientos inmediatamente después del empate de ayer domingo conseguido en los minutos finales ante el Bologna gracias a un penalti anotado fríamente por Artem Dovbyk. Un partido que dejó muchas dudas, sobre todo en la segunda parte y por las habituales dificultades en los contraataques sufridos.
Esta mañana, como es habitual, los Giallorossi han tenido una sesión post partido con la clásica división en dos grupos: en vista del Genoa (viernes 20.45), los que jugaron ayer realizaron trabajo de recuperación mientras que los que entraron o se quedaron en el banquillo trabajaron sobre el césped. Bryan Cristante sigue estando fuera, tras estar un mes y medio fuera por un problema en el tobillo.
Los hombres de Rainieri alternaron ejercicios atléticos con partidos en campo reducido: «¡Vamos, a preisionar! ¡Hasta el final!», indicaban los entrenadores deportivos. Cabe destacar que durante la sesión también estuvo presente el director deportivo Florent Ghisolfi, que conversó brevemente con el técnico Claudio Ranieri durante unos minutos e intercambió algunas sonrisas.