Con sesiones dobles dirigidas, cuidando de evitar el gran calor (estos días en la capital puede llegar incluso a los 40 grados). Así, la Roma entrena temprano por la mañana, donde el entrenador Daniele De Rossi dedica la primera parte del día a trabajar la fuerza, las pruebas atléticas y físicas, con ganas también de un poco de gimnasio o de pizarra táctica.
A continuación, el segundo entrenamiento está previsto para el final de la tarde, cuando las temperaturas sean más suaves cuenta La Gazzetta dello Sport. Y donde la Roma se dedica a la parte táctica, trabajando directamente en el campo y probando ya las primeras configuraciones tácticas de cara a la nueva temporada.