Dos meses para permanecer en la Roma Roma. Serán semanas clave para el futuro de Gini Wijnaldum, que tras recuperar un sitio en la selección también quiere afianzarse en los giallorossi, a la espera de entender cuál será su futuro, escribe Lorenzo Pes en Il Tempo.
La fatal lesión en la tibia del 21 de agosto, la decisión de no operarse y el largo calvario antes del ansiado regreso. Primero la convocatoria el 1 de febrero en la Coppa Italia, luego el segundo «debut» en el Via del Mare de Lecce el 11 de febrero. A partir de ahí Wijnaldum disputó 10 partidos entre Liga y Europa League, para un total de 475 minutos y un gol. Todo como titular los últimos 4 partidos ligueros, donde alternó entre el rol de mediapunta y el de mediocampista central.
El largo parón ha privado a Mourinho de un jugador clave en su esquema táctico, y ahora el portugués espera ansioso su progresión. La brillantez física aún está por lelgar, pero en este momento Georginio parece carecer de ritmo de partido. El mejor Wijnaldum sirve a la Roma, pero también a sí mismo.
En verano, los giallorossi acordaron con el PSG una cesión con derecho a compra fijada en 8 millones. No es una cifra excesiva para alguien de su nivel, pero lo que le mueve en la negociación es el elevado salario. El final de temporada será importante desde el punto de vista del club para decidir sobre la posible permanencia de Wijnaldum, con la idea de renovar la cesión que no está entre las prioridades en este momento, dado el vencimiento del contrato en 2024 que obligaría a un prórroga con los franceses para salir de nuevo temporalmente.