La Roma volará hoy a Bélgica para el partido contra el Union Saint-Gilloise: a la espera del regreso del grupo Giallorossi podrían estar los Friedkins que aterrizaron ayer en Tanzania para continuar su viaje de negocios pero que prevén desembarcar finalmente en la capital entre mañana y el viernes cuenta Corriere dello Sport. Han pasado cincuenta días desde su última aparición entre los muros de Trigoria, en los próximos días – salvo nuevos cambios en sus planes – volverán a sus oficinas para tener un informe detallado y supervisar todo lo que sucede dentro de su club. Porque si es cierto que el contacto entre el club y la presidencia es constante, ahora los Friedkins quieren ver con claridad y durante su estancia en Roma tienen intención de hablar con Juric, con el director Ghisolfi pero sobre todo con el equipo al que se enfrentarán. El próximo domingo jugaremos en casa contra el Bologna, en un partido de adentro hacia afuera en todos los aspectos, en todos los frentes.
Así que es mejor estar presente, porque si un asunto va mal, dedicarle aún más tiempo en persona puede ser productivo, tal como lo hicieron hace nueve meses tras el sorprendente despido de Mourinho. En aquellos días, pero también en las semanas siguientes, Dan y Ryan estuvieron permanentemente en Trigoria para apoyar al nuevo entrenador De Rossi y seguir a los jugadores en los entrenamientos. Incluso cuando los partidos estaban programados en el Olímpico, habían decidido viajar con el equipo en el autobús Giallorossi, precisamente para dar una señal de unidad pero también de apoyo a la Roma y al medio ambiente. La última vez que los Friedkins pusieron un pie en Trigoria fue para despedir a DDR, hace cincuenta días. Luego, tras la llegada de Juric y la dimisión del director general Souloukou, no dirigieron su atención (en persona) a otros negocios. Ayer la línea de propiedad del club salió a la luz sobre la situación vinculada a Juric: por ahora sigue al mando, luego en función de los próximos resultados puede pasar cualquier cosa.
Los Friedkins – lo hicieron saber a través del club – naturalmente no están contentos con los resultados, apoyan al entrenador y al equipo y están en contacto constante con el club para obtener actualizaciones. El contacto, aunque sea frecuente o continuo, no es exactamente como tenerlos en sus oficinas con vistas a los campos de formación. Su regreso servirá para sacudir el ambiente. Seguramente se quedarían en Trigoria, quién sabe si incluso el domingo en el Olímpico, donde naturalmente no recibirían una cálida bienvenida por parte de los aficionados. Todo escenario está abierto con su llegada a la capital, sobre todo si no llegan señales positivas de la Roma de Juric ante el Bologna. En ese punto la parada sería aún más incandescente. Ciertamente, se esperan noticias durante y después de la pausa en muchos frentes, incluido el relacionado con el nuevo director general.