Comienza la semana de la verdad, aquella en la que Paulo Dybala finalmente debería saber si puede regresar y cuándo. Y si el sueño de ir al Mundial será tal o se quedará en una quimera. Las sensaciones, sin embargo, son cada vez más positivas, día tras día. La recuperación oficial, escribe La Gazzetta dello Sport, será certificada por la resonancia magnética que se debe realizar en estos días.
Además de someterse a un examen instrumental que también debe certificar el grado de cicatrización de la lesión en el recto femoral izquierdo. En resumen, en pocas palabras si Dybala está realmente curado o no. Y si tiene la chance de ir a la Copa del Mundo, pero quizás también de jugar un remanente del partido del 13 de noviembre, el Roma-Torino, el último empeño de los giallorossi antes del parón por la Copa del Mundo.
El verdadero sueño es volver a jugar incluso antes de partir a Qatar, con el técnico Scaloni que debería formalizar la plantilla definitiva de Argentina a mediados de la próxima semana. Mientras tanto, sin embargo, mañana por la noche y el domingo Dybala animará a la Roma desde las gradas del Estadio Olímpico. Evidentemente se imaginaba su primer derby diferente, ahora apunta al próximo.