Smalling para 2024. Puede parecer un anuncio de una campaña electoral o de un nuevo contrato. En realidad, se trata la preocupación del club es volver a ver al central recién en el nuevo año asegura este viernes Corriere dello Sport. Es el peor de los casos, por supuesto, pero a día de hoy no parece siquiera tan remoto. Todo dependerá claramente de las sensaciones del central, que de momento no son precisamente positivas.
Un eufemismo teniendo en cuenta que han pasado 77 días desde su último partido disputado con la Roma, aquel ante el Milan en el que el inglés había dado signos de sufrimiento, así como en los dos partidos anteriores y durante la preparación de pretemporada. La condición de Smalling es una incógnita, y esta es quizás la peor noticia. Porque un día parece estar mejor, otro día peor: no hay equilibrio en las sensaciones respecto al tendón inflamado, el pronóstico no sólo es reservado sino también incierto.
Así ha sido desde el inicio de la lesión, pero también tras la consulta en Londres del especialista Andy Williams (el mismo que operó a Abraham): sigue habiendo un gran interrogante sobre el regreso de Smalling, y esto ciertamente no es una buena noticia para Mourinho. Naturalmente, preocupado por el presente pero también por el futuro, porque en enero, si Smalling aún no estaba preparado o en condiciones, el portugués volvería a encontrarse en una situación de emergencia con los centrales.
Seguramente Kumbulla no estará disponible para su contratación a principios de nuevo año, NDicka se marchará a la Copa Africana de Naciones y la Roma no contará con él hasta dentro de un mes aproximadamente: Mancini y Llorente se quedan solos. Más el Cristante de siempre. Por tanto, parece inevitable tener que acuerdir al mercado en busca de una solución económica pero también fiable. ¿Y Smalling? Estuvo en las gradas en el derby, apoyó al equipo y siempre lo ha hecho desde que esta fuera, a pesar de que algunos jugadores en las últimas semanas esperaban ver al inglés apretar los dientes y saltar al campo.