De Roma a Londres y viceversa, para la firma de un romano que vive en Roma, en la capital, en la zona de Parioli y que deberá entrenar en Trigoria, a unos 22 kilómetros de su casa. Claudio Ranieri tuvo que desplazarse hacia la ciudad inglesa para encontrarse con Dan Friedkin, el presidente de la Roma. En Claridge’s hablamos del presente y también del futuro del club. Pero ¿por qué Dan y Ryan prefirieron darle la bienvenida a Ranieri a Londres?.
Está claro – escribe Andrea Pugliese en ‘La Gazzetta dello Sport‘ – que en este momento los Friedkins no quieren en absoluto acercarse a Roma, también por miedo a ser criticados abiertamente. Dan y Ryan son dos amantes de la popularidad y el consenso y su caída en picada en términos de imagen en los últimos meses siempre les ha hecho pensar que era mejor mantenerse alejados de Roma. Lo mismo ocurrió también en el caso del despido de Daniele De Rossi: también allí existía el miedo a la confrontación, a la disputa. La obsesión por el consenso no le permite vivir el disenso con serenidad y tranquilidad suficiente.
Claudio Ranieri, además, fue elegido también por este motivo, para «calmar» las calles e intentar dar una nueva imagen a la presidencia giallorossi. Pero todo esto no ayudará a los Friedkins a limpiar su conciencia delante de la afición. También porque los Friedkins regresaron el viernes a su casa en Estados Unidos. Pero primero realizaron una gira por Europa, África y Asia. Una gira gigante, que sin embargo ni siquiera tocó Roma. Otro pequeño paso en falso, uno que la gente no olvidará.