Claudio Ranieri podrá contar con toda la plantilla para el viaje a Milán, a excepción de Bryan Cristante, todavía afectado por la lesión de tobillo sufrida en el partido perdido contra el Atalanta el 2 de diciembre. El centrocampista tiene una rotura de ligamentos en el tobillo, lo que le mantendrá fuera de los terrenos de juego otras tres semanas.
De hecho, Cristante tendrá que saltarse los partidos ante Milan, Lazio y Bologna. Una parada de casi dos meses provocada por un error del staff médico que, tras el partido contra el Atalanta, subestimó el problema, escribe Marco Juric en La Repubblica. Nada grave, vuelve pronto. Palabras que siguieron a un diagnóstico inicial erróneo por parte del equipo staff sanitario del club, dirigido por el Dr. Roberto Vannicelli y supervisado por el Dr. Georg Ahlbäumer, director de la Klinik Gut de Saint Moritz. Cristante, por otro lado, tiene un umbral de dolor muy alto.
Lleva un tiempo viviendo con un problema de espalda que no le ha impedido jugar. Pero esta vez el derrame en el tobillo permaneció extenso durante varios días, hasta el punto de que el personal médico se vio obligado a realizar una segunda resonancia magnética que puso de manifiesto el daño en los ligamentos. De ahí la parada forzosa que evitó problemas peores. Nombramiento a mediados de enero, con la esperanza de volver a estar a disposición de Ranieri para el partido contra el Génova.
Este viernes en mesa de prensa a Ranieri le preguntaron sobre el tema y esto dijo:»En cuanto a Bryan, leí que hubo algunas críticas a nuestros médicos, pero quiero romper una lanza a su favor: no hicieron más de lo que nos había dicho el informe de radiología. Inmediatamente regañamos a quien necesitaba ser regañado y tomamos medidas«.