A pesar de la eliminación a las puertas de la final de la Europa League y de la mediocre actuación de Bérgamo en el play-off de Champions, el Olímpico se encamina hacia un Roma-Genoa con ‘Sold Out’, el último partido de la temporada.
De momento se han vendido 60.000 entradas asegura este jueves el Corriere dello Sport. Pero las noticias que llegan del Observatorio de Eventos Deportivos y de la Prefectura de Roma dejan espacio para otro escenario, aún no oficial. La prohibición de viajar para el Roma-Genoa a los residentes en Liguria «para garantizar que el partido se desarrolle en las condiciones de seguridad necesarias» podría llevar al club a abrir el Distinti Nord a los aficionados locales.
Una situación así generaría un lleno total, en la línea de lo que ya se vivió en el pasado reciente durante el Roma-Feyenoord, cuando el viaje a los aficionados holandeses fue prohibido por la UEFA. La Roma lleva años con todos sus partidos de local con ‘Sold Out’, desde que terminó la emergencia pandémica. El apoyo en Roma cambia la balanza, con razón se habla del factor Olímpico y del duodécimo hombre en el campo. Dybala y compañía perdieron cuatro veces dentro del fuerte Giallorossi: en la era José Mourinho al inicio de temporada contra el Milan, en el período con Daniele De Rossi en el banquillo contra Inter, Bologna y Bayer Leverkusen.