La expresión italiana figura di merda es una que me encanta particularmente. Y no solo porque no hace falta traducirla al español para entenderla sino porque me parece más alegre y expresiva que “papelón” o “bochorno” para definir una situación que es inherente a la vida: hacer el ridículo. La del primero de Febrero por Coppa Italia ante Cremonese fue la enésima figura di merdade la Roma en su historia. Y, siendo sincero, pensé que con Mourinho esta clase de cosas se acabarían. Pero ni tener a uno de los técnicos más triunfadores de la historia parece habernos contagiado de una mentalidad ganadora que tanta falta nos hace. Y es que uno puede amar u odiar a José, pero su gen ganador es incuestionable. Sin embargo, seguimos viendo a la Roma de siempre.
Una Roma con una mentalidad que sufre de una aparente bipolaridad y cambia radicalmente de un partido a otro: del 29 de enero al 01 de febrero. Es verdad que los partidos en Nápoles por Liga y en Roma por Coppa fueron derrotas, pero esta Roma de las dos caras dejó ver la mejor de ellas contra Napoli y en cuestión de 3 días, la peor contra la Cremonese. Una derrota infame con tres agravantes: rival accesible, casa llena y el fixture más alentador en Coppa Italia que yo recuerde para nosotros desde la edición 2013/14. El año pasado ya vivimos esta bipolaridad: en la misma semana le ganamos 1-4 de visita a Atalanta y empatamos 1-1 de local contra Sampdoria. Pero ¿por qué digo que es la enésima ocasión en que la Roma hace algo así? Porque desde que soy hincha de este club al que amo, recuerdo que siempre tenemos uno o dos papelones así por temporada.
Insisto, parece que ya no depende ni siquiera del técnico o los jugadores, sino que es algo que está en nuestro ADN, más allá de los intérpretes. En la campaña pasada, ya con Mourinho al mando, a mi gusto fueron dos: el naufragio por la fase de grupos de la Conference League en Glimt (6-1 contra el Bodo) y el 3-4 en el Olímpico ante la Juventus por la Serie A en enero. Quizá la primera es más ruidosa por lo abultado del resultado, pero la segunda lo es por la capacidad mayúscula e inagotable que tenemos de echar por la borda resultados favorables. ¿Se aventuran a hacer un breve recuento conmigo?
Yendo por las más abultadas, hay nombres de timoneles y derrotas para todos los paladares. Podría iniciar recordando las de Rudi Garcia, que tiene el récord del mejor arranque de temporada histórico en Serie A con aquella Roma de las 10 victorias, pero que se llevó un par de goleadas escandalosas por Champions League a temporada seguida: el 1-7 como locales contra el Bayern Munich en 2014 y el 6-1 contra el Barcelona como visitantes en 2015. También la de Eusebio Di Francesco, que nos llevó a nuestra primera semi de Champions League más de 30 años después de haber alcanzado la última, quien se llevó un 7-1 en el 2019 contra la Fiorentina por la Coppa Italia en Florencia.
No se salva acá ni Luciano Spalleti, virtual campeón de esta temporada con el Napoli y artífice de nuestros últimos títulos de Coppa Italia y Supercoppa, quien también carga con el 7-1 por Champions en Old Trafford contra el Manchester United en 2007. No se diga Paulo Fonseca, que en semis de Europa League vio como en cuestión de 45 minutos un 1-2 a favor, se le transformó en 6-2 en el mismo estadio y frente al mismo rival. Ni siquiera queda indemne don Claudio Ranieri, ídolo del club como jugador y DT, que en el 2010 se llevó una manita en casa del Cagliari, un 5-1 por Serie A “maquillado” por un gol de cabeza de Daniele De Rossi tras pase de Francesco Totti.
Otro caído en batalla fue Luis Enrique que, aunque años después ganaría un Triplete con el Barcelona, tuvo un póker de sonoras derrotas en el 2012 por 4-0, 4-1, 4-2 y 4-2 en sus visitas a Juventus, Atalanta, Cagliari y Lecce. Finalmente – y aunque quizá para algunos estaría demás- debo nombrar las múltiples caídas del ultraofensivo Zdenek Zeman, que se llevó más de 3 goles en 8 de los 20 encuentros que dirigió en su última etapa como DT romanista, cuya Roma cayó por sendos 4-1 visitando a Napoli y Juventus.
Cada partido tuvo lo suyo, pero absolutamente todos fueron suficientes como para que nuestro rostro se vuelva más rojo que nuestra camiseta, ya sea por vergüenza o por ira. Sin embargo, la derrota de estos Cuartos de Final en los cuales nos caímos ridículamente, no está dentro de las derrotas que son vergonzosas por ser abultadas, sino de las vergonzosas por las circunstancias: así como el año pasado en 10 minutos la Juventus nos dio vuelta un 3-1 para ganarnos 3-4, el 01 de febrero por Coppa Italia nos ganó un rival que no ha sumado una sola victoria en Serie A en lo que va de la temporada. Y en esta categoría de derrotas hay formas y nombres para todos los gustos también. Y espero que, tras de este párrafo que sirvió de abreboca, estén listos para recorrer este sendero de (más) amargura conmigo:
El primero que se me viene a la mente es Luis Enrique que, además de las caídas enumeradas en el listado anterior, inició su recorrido en nuestro banquillo el 2011 con una sonora eliminación por la fase previa de Europa League ante un aguerrido Slovan Bratislava. ¿Lo que desperdiciamos ese día? Igualamos la eliminatoria al minuto 12 con gol de Perrota, pero nos quedamos fuera por un gol de los eslovacos que enmudeció al Olímpico en el minuto 82 y les dio la ventaja global. Acá repite presencia Luciano Spalletti, que en abril del 2008 no perdió, pero empató 1-1 de visita frente a un Livorno que al final de la temporada descendería quedando al fondo de la tabla ¿Lo doloroso de esos puntos perdidos? Faltaban 4 fechas, el Inter se ponía a 6 puntos de nosotros, Totti se rompía el cruzado y, al final, quedamos subcampeones a 3 puntos del Inter.
Amargamente parecida, es la presencia de sir Claudio Ranieri en este segmento. Era el 2010 y la Roma llegaba a la jornada 35 con una racha de 24 fechas sin perder, además venía líder con 1 punto sobre el Inter de Mourinho. Íbamos ganando 1-0 desde el minuto 15 contra la Sampdoria de locales. Perdemos 1-2 con goles de Pazzini, 5 paradas increíbles de su portero y una actuación de Antonio Cassano como protagonista. Los de Mou ganaron y se pusieron 2 puntos encima nuestro. Hicimos 9 de 9 en los 3 partidos restantes. Quedamos segundos nuevamente, ese Inter ganó el Triplete. Otro momento ridículo épico es el doblete contra la Spezia por Coppa Italia: el primero fue un 0-0 por los octavos de final en diciembre de 2015, ellos estaban ese año en Serie B y nos ganaron por 2-4 en penales en nuestra propia casa frente a la atónita mirada de Rudi Garcia. El segundo pasó hace dos ediciones: en el 2021 por la misma instancia, ante el mismo rival (que ya estaba en Serie A) y en el mismo torneo perdimos por 2-4, mejor dicho 0-3 por Paulo Fonseca y sus seis cambios. Un ridículo en la cancha y en la mesa.
Capítulo aparte de la amargura para las finales de Coppa Italia, Copa UEFA (Europa League) y Copa de Campeones (Champions League) donde vimos como Lazio, Inter y Liverpool nos dieron la vuelta en la cara en 2013, 1991 y 1984. ¿Nuestros capitanes? Totti, Giannini y Di Bartolomei. ¿Nuestros DTs? Aurelio Andreazzoli (que sucedió a Zeman a media temporada), Ottavio Bianchi y Nils Liedholm. Siempre en Roma, siempre en casa, siempre ante nuestra gente. Ninguno de estos partidos entra como una figura di merda para mí, porque se compitió. Fueron la fortuna y el destino los que nos dieron la espalda. Pero escribir esto me ha “abierto la vena” y me viene el recuerdo todos los dolores que hemos sufrido. Hay que respirar hondo y seguir.
Alguna vez me contaron que catalogar algo como una figura di merda, lleva implícito que también puedes salir avante de la misma con cierta dosis de gracia y elegancia. Las dolorosas caídas en Champions con Rudi se “compensaron” eliminando al Barcelona de Messi, Lucho Suarez, Iniesta y Busquets en la edición 2017/18. La temporada que nos hundimos en Manchester con Luciano, la cerramos ganándole la Coppa Italia al Inter de Adriano, Crespo, Stankovic, Vieira, Figo y Zanetti por 6-2. El año pasado, luego del 3-4 contra la Juve logramos encadenar una seguidilla de resultados positivos que nos condujeron hacia nuestro primer título en casi 14 años. ¡Tan solo perdimos 4 partidos de los 26 que jugamos! Uno contra Bodo (2-1 en Glimt), Inter (2-0 y 3-1, ambas en Milán) y Fiorentina (2-0 en Florencia).
Tras la escandalosa caída contra la Cremonese, sin apuros le ganamos por 2-0 al Empoli este fin de semana y hoy estamos en el tercer lugar de la tabla . A falta de 17 jornadas, estamos sobre Milan, Lazio, Atalanta y la Juventus de los -15 ¿Será que la respuesta graciosa y elegante a esta figura di merda es clasificar a la próxima Champions League? ¡Qué la pelota siga rodando!