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El rendimiento de Mile Svilar pudiera servir como prueba para cambiar la jerarquía de la portería de la Roma de cara al final de la temporada

Quizás no es una rotación momentánea sino una que puede dar pie a un giro definitivo escribe Roberto Maida en el Corriere dello Sport. Hay un aires de cambio, sí. Mile Svilar jugó todos los partidos de la fase de clasificación pero esta vez prueba un sabor diferente. Es casi un debut, en términos de titulación y perspectivas. Un examen, mejor. “Bueno, hay que preguntarle al entrenador, no sé nada. ¿Es realmente mi turno? bromea. Daniele De Rossi, sentado a su lado en la rueda de prensa, tiene la intención de darle una oportunidad en Rotterdam, una oportunidad ideal para un cambio silencioso: si la rotación entre los porteros funcionara, la Roma podría insistir en el más joven de los dos. Desde ahora hasta quién sabe cuándo. Por el contrario, el titular del campeonato podría regresar fácilmente ante Frosinone.

Seguramente Svilar, que tiene 24 años, ya no puede perder el tiempo después de un año y medio como extra. Había salido del Benfica con la idea de ganar espacio e importancia pero en la Roma se encontró con un gigante inoxidable, Rui Patricio, también preferido al excelente Sommer. En su primera temporada italiana sólo tuvo 4 oportunidades de lucirse. En ésta, sin embargo, ya ha duplicado su talento, alcanzando 8 apariciones incluida la última noche de Mourinho como entrenador en San Siro.

La desconfianza de los primeros días se ha convertido en confianza, hasta el punto de que incluso el nuevo entrenador Farelli habla muy bien de él. Por otro lado, Rui Patricio, que hoy cumple simbólicamente 36 años y corre el riesgo de pasar la tarde en el banquillo, atraviesa un momento muy negativo. De Rossi, que le defendió tras el error Roma-Verona, no puede esperarle indefinidamente si quiere ganarse la confirmación de los Friedkins. Svilar es al menos un borrador brillante que se abre en el horizonte.

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