La Roma esta en Japón, Wijnaldum en Ámsterdam. Allí, el centrocampista sigue recuperándose de la fractura de tibia que sufrió el pasado verano. Después de la lesión en el entrenamiento había decidido no operarse sino optar por una terapia conservadora, una elección que generó debate y que ahora corre el riesgo de hacerle perder más tiempo para salir al campo según cuenta Corriere dello Sport.
Porque más allá de los bailes con su hija, o de los vídeos mientras hace ejercicio en el gimnasio, la tibia aún necesita recuperarse al 100% antes de sufrir golpes, resbalones o choques de juego. El futbolista seguramente no estará listo para el primer partido de 2023 contra el Bologna, fijado para el 4 de enero.
Y su recuperación a lo largo del mes es cada vez más lejana, sobre todo en partidos clave como Milan, Fiorentina y Napoli. Wijnaldum volverá poco a poco, y lo hará en partidos de febrero más asequibles, ocupando cada vez más minutos de partido a partido. No se excluye que primero pueda tener algunos viajes con el Primavera.
Mientras Mourinho (que vuelve a estar muy activo en su cuenta de Instagram) sigue de cerca el trabajo del equipo en Japón, sigue siguiendo de cerca la situación de Wijnaldum y Solbakken cuenta el diario La Reppublica, quienes indican que el Special One cuenta con tener al neerlandés en la concentración de Portugal a mediados de diciembre, por otro teme tener que esperar hasta enero para empezar a trabajar con el atacante noruego: se necesita el despeje de Bodø y de momento no hay registros de la apertura mínima del club escandinavo.
