Hujisen inmediatamente, otro defensor a finales de enero. El programa de la Roma está definido, independientemente del momento elegido por Tiago Pinto para anunciar su salida. El mercado es como el espectáculo, debe continuar. El director saliente quiere seguirle hasta el último día, aunque los Friedkins, escuchando las instrucciones técnicas de Mourinho, evidentemente evalúan cada operación de forma independiente cuenta este lunes Corriere dello Sport.
Teniendo en cuenta que los tiempos de espera para Smalling son todavía largos, quizás incluso más largos que para el regreso de N’Dicka de la Copa Africana de Naciones, la Roma se ve obligada a gastar una pequeña bonificación para completar numéricamente la plantilla: la formación improvisada desplegada ayer lo demuestra. Sin embargo, primero, por razones de plantilla y presupuesto, al menos un jugador debe ser traspasado. Si no dos: los nombres posibles son Spinazzola, Celik y Renato Sanches. El refuerzo ya está identificado: se trata del internacional turco Caglar Söyüncü, que disputó el partido de la Copa del Rey con el Atlético de Madrid el 6 de enero pero que no parece estar en los planes del equipo de Simeone.
El elemento que solucionaría la mayoría de los problemas es Spinazzola, cuyo contrato está a punto de expirar y tiene un coste presupuestario residual de casi 6 millones. Si la Roma logra ubicarlo, tal vez en Al-Shabab, que será el oponente en el extraño partido amistoso saudita del 24 de enero, al menos podrán fichar a un defensor para Italia que no cueste más de lo que gana el jugador saliente.