Un pacto entre Mourinho y Pellegrini fue la base del ya oficial acuerdo entre la Roma y el jugador. “Mister, me quedo al 100%, seguro, incluso sin renovación”, fueron las palabras que Lorenzo le había dicho al portugués en medio de la preparación de verano. Y cumplió su palabra, no aprovechando primero la cláusula de rescisión de treinta millones (válida en julio y pagadera en dos cuotas), para luego decidir comenzar la temporada con el vencimiento del contrato escribe Francesca Ferraza en el diario La Repubblica
Un pacto capitán-entrenador para hacer que el trabajo que iniciaba juntos fuera sólido y duradero, con la promesa de poder celebrar algo juntos en los próximos tres años. “Para mí es la decisión acertada, para el club y para Lorenzo -explica Mou- el Friedkins no quería perder a un jugador como él, de calidad, un símbolo, lo que significa, el niño romano y romanista nacido y criado aquí y decidí nombrarlo capitán. Esta estabilidad es importante para nosotros como equipo. Me quedaré aquí tres años y no me quiero ir a ningún otro lado, con él Mancini y Cristante hay un núcleo de italianos con experiencia ”.
Cinco años a casi cuatro millones por temporada, para Pellegrini, un futbolista que creció en las categorías inferiores del conjunto Giallorossi, bendecido desde que Francesco Totti, en su conferencia de despedida de la Roma, le pasó la tradición romana del brazalete de capitán. «Eso es lo que siempre quise, no podía sentir una emoción más grande que esta», comento Pellegrini.