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El Olímpico responde presente una vez más; ante Salzburgo estarán presentes 62 mil hinchas, 17 Sold Out de la temporada

Se vera un fogoso Olímpico al estilo Roma-Bodø, que tanto gustó a Mourinho, quizás por el contrario seguirá habiendo silbidos por lo ocurrido en la Curva Sud en las últimas semanas, nadie lo sabe. Pero lo cierto es que mañana, una vez más, el Olímpico estará lleno. Habrá más de 62.000 aficionados romanos y unos 2.000 austriacos, en alerta máxima, como es habitual en estas ocasiones, pero también con mucha expectación.

Porque tras la resaca europea del año pasado, la Roma y la afición romanista no quieren abandonar la Europa League en febrero. Por eso, Mourinho, incluso a costa de exagerar un poco, quiso centrarse mucho en el ambiente. En un partido de vida o muerte, de dentro o de fuera, en el que la Roma necesita remontar, le gustaría que no hubiera individualismos y que se olvidara todo lo que ha pasado en los últimos meses: sólo cuenta el gol común. Pasando el turno. Tanto para el campo.

Mou no entra en otros asuntos, aunque como hombre informado de todo lo que sucede a su alrededor, ahora ha entendido que el tifo organizado se encuentra en un momento particular de su historia. Hoy el técnico hablará en una conferencia y, quizás, también podrá esclarecer mejor los contornos del exabrupto del domingo por la noche.

Mañana espera que la gente pueda empujar a la Roma y, al mismo tiempo, espera que el rendimiento de su equipo arrastre a la afición. Por otro lado, salvo algunos gruñidos o silbidos inoportunos, el Olímpico lleva once meses con entradas agotadas. Durante este año se han contabilizado hasta el momento diecisiete partidos «con entradas agotadas» de los dieciocho partidos disputados en el Olímpico. La excepción fue el partido de la Coppa Italia contra el Genoa, donde se quedaron sin vender algunas decenas de entradas.

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