El ministro del Interior italiano ha decidido prohibir los viajes a los aficionados del Feyenoord. El comunicado oficial llegará en breve, pero la elección ya está tomada cuenta este viernes La Gazzetta dello Sport. La afición del club de los Países Bajos no podrá acudir a Roma el próximo 20 de abril, para el partido de vuelta de los cuartos de final de la Europa League.
La decisión llega directamente del Ministerio del Interior y surge también de las muchas señales de gran preocupación que han llegado en los últimos días (incluido el hermanamiento entre los ultras del Feyenoord y los del Napoli). Por ahora, sin embargo, no hay prohibición de viajar para los fanáticos Giallorossi para el partido fuera de casa en Rotterdam la semana anterior (partido del 13 de abril). Las autoridades neerlandesas ya habían restringido el número de entradas disponibles (de 2500 a alrededor de 1500), pero es probable que después de la prohibición oficial de los seguidores rojiblancos haya una reducción adicional, tal vez solo permitiendo viajar a 7-800 romanos, como máximo mil.
La decisión también vino en virtud de los precedentes de febrero de 2015, cuando los mismos fanáticos del Feyenoord -fuera de Roma para los dieciseisavos de final de la Europa League- habían devastado partes de la ciudad, especialmente la «Barcaccia» de Bernini en Piazza di Spagna. También están sobre la mesa los enfrentamientos entre ambas hinchas durante la final de Conference League en Tirana.
Los ultras neerlandeses ya tienen billetes de avión y hoteles reservados
Los ultras del Feyenoord ya estaban listos para viajara a Roma. Lo escriben ellos mismos en las redes sociales dedicadas al equipo de Róterdam, donde se insultan y amenazan con los romanistas, también de cara a lo que sucederá en el partido de ida del 13 de abril.
Los aficionados neerlandeses ya están reservando boletos de aviones, trenes y hoteles en la capital para el partido contra los giallorossi, a los que posiblemente sumen entradas para el partido. Parece difícil que desistan del partido de ida, como hicieron los ultras del Eintracht Frankfurt que luego se enfrentaron a los napolitanos en el centro de la ciudad. Un problema no menor, con la UEFA siempre opuesta a cualquier prohibición de viaje de los aficionados en Europa.
Una posición que no afecta a la decisión de la Prefectura de prohibir la llegada a Roma a los neerlandeses, negándoles las entrada, pero sin poder detenerles si llegan como turistas. Y mientras se esperan medidas similares de las autoridades de Róterdam para los romanistas, la Jefatura de Policía ya está desarrollando una serie de planes de seguridad para gestionar la llegada de los ultras del Feyenoord el 20 de abril. Entre las hipótesis que se barajan blindar el centro de la capital y el cierre anticipado de los bares desde la noche previa al partido.
