Paradigme

El mayor problema para Mourinho hoy esta en la defensa; sin alternativas y sin recuperados a corto plazo

Muchas dudas y pocos elementos a disposición escribe Lorenzo Pes en el diario ‘Il Tempo‘. Si Mourinho ha redescubierto la abundancia desde el centro del campo hacia arriba, encontrando alternativas y sobre todo goles de sus atacantes, es la defensa la que siempre mantiene alto el umbral de atención. Desde el 1 de septiembre, el técnico portugués siempre ha tenido sólo tres centrales disponibles, estando Llorente de baja un par de semanas, lo que obligó a Cristante a retroceder.

Por lo tanto, no hay posibilidad de rotaciones ni de elecciones, y ahora, con enero a la vuelta de la esquina, el riesgo es que nos encontremos en peor situación esta sobre la mesa. Mientras tanto, Mancini ya lleva dos partidos jugando con el peso de estar a una amarilla de la sanción sus hombros, y el domingo probablemente será el momento adecuado para descargar la suma de las amarillas, dado que la visita al Bologna (partido que se perdería) precede a los partidos contra Napoli, Juve, Atalanta y Milan. No es que los rossoblù sean un rival fácil (especialmente en Dall’Ara), pero ahora más que nunca se hace imprescindible sumar puntos en los enfrentamientos con sus rivales directos de alto rango.

Dejando a un lado las discusiones sobre las suspensiones, Mourinho ya sabe que en enero tendrá que prescindir de N’Dicka, que jugará con su Costa de Marfil la Copa Africana de Naciones (a partir del 13 de enero), pero no tiene certezas sobre las condiciones de los lesionados o defensores en recuperación: Kumbulla y Smalling. La situación del albanés es sin duda la más clara. Volver a entrenar con el grupo se ha convertido ya en una costumbre, aunque no del todo. El número veinticuatro de los Giallorossi, de hecho, alterna el trabajo con sus compañeros y el trabajo personalizado, participando en la primera parte de las sesiones o realizando un trabajo específico. Su regreso al campo debería producirse en los últimos días de 2023, aunque el calendario hace pensar en una utilización concreta en enero. El partido de la Coppa Italia contra el Cremonese (a pesar de los malos recuerdos de la temporada pasada) podría representar la velada adecuada para su vuelta.

Historia diferente para Smalling. La situación del central inglés es tan clara que supone una auténtica pesadilla para cuerpo técnico y afición. La hipótesis operación no se valora ni propuestas alternativas a una terapia que Chris sigue desde el principio, y que tras el enfrentamiento con el Doctor Williams se ha convertido en el único camino viable. No hay un tiempo definido para recuperarse del principio, pero sí una espera que tiene toda la pinta de ser interminable.

El propio Mourinho había explicado con gran transparencia la situación del ex jugador del Manchester United: «Si regresa a final de año se habrá perdido 68 entrenamientos, necesitará tiempo para recuperar su forma». Por tanto, es difícil volver a verlo sobre el terreno de juego antes del mes de febrero, pero, reiterando el concepto expresado anteriormente, de nada sirve hacer predicciones o planes para una ausencia ligada al dolor que siente el jugador y que mientras dure. existe no le permitirá jugar.

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