El acuerdo entre Paulo Dybala y Al-Qadsiah llegó ayer (21 de agosto) por la tarde. ‘La Joya’ ha llegado a un acuerdo con el club para jugar en la Liga Saudí durante los próximos tres años. El foco, en ese momento, se centra en la negociación del precio entre la Roma y los saudíes que, en primera instancia, ofrecieron una cifra muy inferior a los 12 millones de cláusula de rescisión, que expiró el 31 de julio escribe G. Piacentini en el Corriere della Sera.
Una oferta equivalente a un tercio, concretamente, aprovechando el ahorro que se genera para los Giallorossi del salario actual del jugador (16 millones brutos) y en el de la próxima temporada (9 millones netos). El campeón del mundo dijo que sí después de un largo vaivén en el que el martes por la noche se produjo la última subida de los saudíes: 25 millones por temporada durante tres años, partiendo de una base fija de 18 más primas en parte fáciles (hasta 20 y en parte más) y en partes más complejas.
El argentino, que se entrenó por la mañana con De Rossi, se abrió paso, informó a la Roma de su decisión y pidió una reunión, que tuvo lugar en Trigoria, entre su representante Carlos Novel, principal intermediario en una negociación en la que también participa Ali Barat y Fali Ramadani, y la dirección de la Roma, representada por la directora general Lina Souloukou y el director deportivo Florent Ghisolfi.
Los obstáculos han sido principalmente económicos cuenta por su parte el periodista Marco Juric en el diario La Reppublica. No hace falta ni decirlo. Por un lado, el futbolista que valoro mucho la oferta, junto a su mujer Oriana y su entorno, en la oferta de más de 70 millones que le presento el club árabe. Por otro lado, la Roma que está negociando el traspaso del jugador con los directivos árabes y el intermediario Fali Ramadani, sin desvelar nada sobre el acuerdo económico. Y aquí viene el quid de la cuestión. La valoración de la ficha (monto que recibe la Roma) de Paulo Dybala. La cláusula de salida (expirada el pasado 31 de julio) fijaba el precio de salida del argentino en doce millones para clubes fuera de Italia. Y en el acuerdo entre la Roma y el jugador parte de ese dinero (el de la cláusula si se pagaba) debía ir a parar al bolsillo del argentino. En forma de indemnización como parte del contrato que firmo en su día el ex Juve con los Giallorossi.
Un «cláusula» que expiró junto con la cláusula el mes pasado y que se ha convertido en objeto de disputa entre el jugador y el club. «El dinero es todo nuestro». En Trigoria no tienen dudas. Pero si Dybala puede esperar tranquilamente a principios de noviembre, cuando se cierre el mercado árabe de fichajes, la Roma tiene prisa. Con el dinero ahorrado del salario de Dybala y ganado con su venta se completara el mercado para Daniele De Rossi.
Desde el clima de fuego, cuenta quiénes estaban presentes. Como todas las comunicaciones de los últimos días entre la Roma y Dybala. El motivo de la disputa fue la oferta que pusieron sobre la mesa los árabes para adquirir la ficha del jugador. A Dybala y a su agente les gustaría saber a cuánto asciende, precisamente porque representa una gran parte de la famosa indemnización ya mencionada. Cuanto mayores sean las ganancias del club Giallorossi, mayor será el porcentaje que se le debe al jugador. Desde Trigoria siguen negando haber hablado desde antes con los árabes, a pesar de la cena de la semana pasada en el hotel De Russie entre los directivos de los dos equipos y Fali Ramadani, intermediario de la operación.
Y están a la espera de recibir una comunicación oficial para dar el visto bueno a la operación. La oferta está lista: 4 millones más 5 millones de bonificación que eliminarían el porcentaje a favor del futbolista argentino. En resumen, dinero. Todo es una cuestión de dinero que todavía no parece tener una solución definitiva. Ambas partes deben ceder en algo.