Si tenemos en cuenta también el eventual fichaje de Artem Dovbyk y que la Roma estaría preparando al menos dos compras más: por lo tanto, el límite de 100 millones de euros de inversión se superará al final del mercado de fichajes, por primera vez desde que los Friedkins compraron el club cuenta Roberto Maida en el Corriere dello Sport.
Hasta el momento, se han gastado 26 millones en fichajes, sin incluir las bonificaciones, por Soulé, 5 por Angeliño, 4,5 por Dahl, 23 por Le Fèe, 1,5 por el joven Sangaré: un total de 60 millones, a los que se sumarán al menos 32 para el delantero centro. Pero faltan el lateral derecho y otro atacante para completar la plantilla. Ahora, como es comprensible, Line Souloukou y Florent Ghisolfi también tienen que recaudar dinero de sus ventas. Aouar dejo 12, Belotti 5, los porcentajes sobre Calafiori y Frattesi ascendieron a 20.
Es necesario ingresar más dinero para aligerar la masa salarial, que ya ha disminuido significativamente. El principal candidato a la venta es Abraham, que gana 6 millones netos y empezaría la temporada como delantero centro reserva. La Roma pide 25 millones. A medida que pasan las semanas, algo debería moverse.