Para colmo de males. La Roma salió el jueves del Olímpico con un marcador que ciertamente no augura nada bueno para el partido de vuelta (eufemismo), pero también con el gran pesar de un resultado que con un poco más de precisión podría haber dicho mucho más sobre el partido en el BayArena. De Rossi no se centró en los individuales al final del partido, pero debió devorarse viendo las oportunidades de gol que tuvieron sus delanteros centrales.
Lukaku remata al larguero desde buena posición. Azmoun delante del portero es anticipado por Hincapié. Abraham, a medio metro de la portería vacia, golpea el balón con la cabeza y lo envía alto. Así que se puede decir cualquier cosa sobre la actitud táctica, la fuerza del rival y la habilidad de Xabi, pero si fallas goles como esos, ¿cómo puedes juzgar el trabajo del entrenador?.
Lukaku vive un período de declive, debido tanto al cansancio por los numerosos partidos disputados como a algunas lesiones musculares. Su futuro es incierto. Es poco probable que la Roma pueda gastar 37 millones de euros en un jugador que está a punto de cumplir 31 años, sobre todo si no se clasifica para la próxima Liga de Campeones. De Rossi entenderá qué hacer con su futuro. Mientras tanto, las sirenas árabes son cada vez más fuertes cuenta Corriere dello Sport este sábado.
La Roma no gastará 12,5 millones para fichar permanentemente a Azmoun desde el Leverkusen. Al iraní le gustaría quedarse, seguramente el club no gastará más de 7 millones en un jugador de cambio de treinta años. Abraham es el gran interrogante: era el jugador que debía ser sacrificado hace un año para recaudar dinero, pero también podría serlo el próximo verano, dependiendo de las ofertas. En definitiva, los delanteros centrales no duermen tranquilos ni en el área ni en el mercado de fichajes.