En la agotadora saga del estadio Tor di Valle, hay una historia singular aparentemente, e incongruente con respecto al tiempo relativo con la autorización del proyecto del estadio. La historia de la compra del centrocampista croata Ante Coric, de 23 años. Un joven sonriente con un extraordinario futuro futbolístico a sus espaldas.
En el que dos magistraturas y la Guardia di Finanza llevan tiempo trabajando, sin que nadie lo note, persiguiendo una hipótesis investigadora que pudiera revelar un glorioso misterio del mercado de fichajes, que resultó ser un fiasco y costó a la Roma 8 millones de euros, ligado a la facilitación del proyecto del estadio por parte del gobierno local según reportes del diario La Repubblica.
Una historia donde el dinero de la venta pasa por manos curiosas y da giros aún más curiosos. Fue el 10 de junio de 2018 cuando el trato que lleva a Coric a Roma se hace realidad. Por un lado el CEO Mauro Baldissoni, por otro los directivos del Dinamo Zagreb Igor Kodzoman y Tomislav Svetina. El joven talento, sin embargo, que decepcionó mucho y no se convirtió en el protagonista de esta historia, mientras que el intermediario, que había realizado las negociaciones el verano anterior, se va a Roma a pedir otros 500.000 euros de comisión además de la tarifa que ya había cobrado. Petición inusual, sobre todo porque la dirección de la Roma no encuentra ninguna cláusula que justifique la petición. Sin embargo, insiste el hombre. «Tenía mandato para negociar hasta 13 millones, la Roma cerró en ocho, todavía me queda el diez por ciento de los cinco millones ahorrados». El director general Guido Fienga le aconseja al hombre que se olvide de ese dinero no previsto en el contrato.
El hombre, es Giuseppe Cionci, no solo sería un mediador deportivo, sino que también es un hombre de política. En el pasado fue director general del periódico L’Ora di Palermo y fue director de Cinque Giorni, un periódico de libre acceso hostil a la junta de Alemanno. Gran amigo de Zingaretti. La coincidencia en el tiempo entre la operación Coric y las vicisitudes político-administrativas del estadio en el período 2018-2019 son una de las razones por las que el 18 de septiembre de 2019, en las oficinas de la Roma, dos oficiales de la Guardia di Finanza llaman a la puerta con una orden en la mano, documento expedido por el fiscal de Roma.
El documento que los dos financistas deben notificar es «En ejecución de la orden de investigación europea número Kn-Us-2/15 de la Fiscalía, oficina de lucha contra la corrupción y el crimen organizado en Zagreb». Comunican a Mauro Baldissoni a quien se le solicita todas las escrituras y documentos de la compra de Ante Coric. Además, el nombre de Giuseppe Cionci se menciona como intermediario en la negociación.
En este punto, durante varios meses, los investigadores italianos y croatas trabajaron juntos. De hecho, descubren que de los 8 millones que llegaron a Zagreb solo dos llegan. Probablemente, aquellos ligados al valor real del jugador. Los otros seis se «desempacan» en dos partes iguales. La primera toma la carretera hacia un banco en Dubai y desde Dubai regresa a Zagreb. El segundo se envía a un banco en Chipre y de allí vuelve a Italia. Aunque aún no está claro a disposición de quien.
De las hipótesis investigadas, la que ve el doble papel de Cionci parece tener mayor coherencia. Aspirante a agente de mercado, pero también amigo de Zingaretti y generoso con la tranquilidad en esa primavera de 2019 sobre el destino del proyecto de autorización del estadio en la Región. En la investigación, por el momento, no hay presuntos delitos ni personas investigadas. Pero ninguno de los protagonistas parece tener muchas ganas de volver a hablar de esa historia.