¿Y si Pirandello hubiera escrito las reglas del Fair Play? Es un juego de roles muy pirandelliano que se desarrolla desde 2010, cuando Platini inventó el sistema para «salvar» el fútbol en la red, escribe Fabio Licari en La Gazzetta dello Sport. Todavía había presidentes ricos que eran fanáticos, románticos y muchas veces con sus presupuestos en el aire, no con los fondos modernos, glaciales y calculadores. Esos presidentes querían ahorrar dinero, pero no podían negar a los fanáticos el fichaje de sus sueños, por lo que gastaron más allá de sus posibilidades. Todos lo hicieron así.
Estamos a años luz de aquellos tiempos en los que no atrapábamos el balón en las copas y éramos los «protagonistas» del Fair Play: Milán en el Tas, Juve fuera de Europa, Inter con deudas enormes, Roma ligada a un acuerdo complicado. No sólo se llego a finales, ganando también, ver Roma y Atalanta, sino que se salio de la zona roja de los controles de la UEFA. Las que están en emergencia son las ex mujeres inglesas muy ricas. El Barça navega de vista, el Lyon puede caer, el PSG se ha vuelto integral. Un nuevo orden europeo está en el horizonte. El Fair Play financiero ha entrado en la cuarta fase, indispensable tras los años de pandemia potencialmente devastadores.
El lema no es «gasta lo que recibes» sino «gasta lo que puedas permitirte». En resumen, el nuevo sistema se divide en cuatro puntos. 1) Lucha contra las deudas, a pagar en el plazo de 90 días, con sanciones inmediatas para quienes no lo hagan. 2) Déficit máximo en tres años de 60 millones. 3) Gasto en salarios, comisiones de agentes y mercado hasta el 70 por ciento de los ingresos: un «tope salarial» global, porque el de los salarios en Europa no es legal. 4) Sanciones progresivas basadas en infracciones y predefinidas: los clubes ya saben a qué se enfrentan.
Muchos de los clubes italianos representan un ejemplo virtuoso. La situación compleja es la de Roma: más de 600 millones de deuda y 81 de perdidas en el último año. El problema para el Club de la familia Friedkin llegaría si no puede respetar los parámetros intermedios del acuerdo. El objetivo obligatorio para 2025 es mejorar las cuentas: si en los controles del próximo año el déficit supera los 40 millones, pudieran llegar sanciones.
Por su parte asegura la redacción de LaRoma24.it que desde Trigoria filtra que, la situación no es tan alarmante, ya que tanto el presupuesto como la situación vinculada al FFP han mejorado significativamente respecto al año pasado. Por tanto, no hay preocupación y el club dice estar seguro de conseguir sus objetivos. Además, si hubiera un ligero exceso, la empresa simplemente recibiría una multa. Por tanto, se ha negado la posibilidad de exclusión de las competiciones europeas.
Lo cierto es que aún es pronto para saber que sucederá, con Dan Friedkin dentro de la ECA y moviéndose en un circulo europeo importante no queda por descartado que los puntos del acuerdo puedan cambiar o eventualmente se puedan renegociar los puntos del actual acuerdo con la UEFA vigente hasta el año 2027. Por lo tanto es apresurado decir si habrá sanciones, cuales serán o si incluso se cumplirán los parlamentemos solicitados teniendo encuentra la delicada situación de las cuentas en Trigoria.