¿Paulo Dybala lejos de Roma? ¿La Joya ya tiene un acuerdo secreto con su mentor José Mourinho para la próxima temporada? Por favor, pongan un límite a su imaginación, diría el interesado, escribe Alessio D’Urso en La Gazzetta dello Sport. El «fin del mundo» de los Giallorossi no es inminente ni está en el calendario. El centrocampista ofensivo argentino, que acaba de salir del túnel de su cuarta lesión de la temporada, quiere volver a ver la luz junto a Daniele De Rossi, su aliado Romelu Lukaku y su gente en el Olímpico. Quedandoe donde esta.
Y quienes habían leído en aquel mensaje en redes sociales del agradecimiento, enviado al técnico portugués despedido el martes, «Espero que nos volvamos a ver pronto«, tienen que cambiar de opinión. Porque, hoy más que ayer, el deseo del exjugador de la Juve es el de continuar su andadura en la capital, y es firme, a la espera de entender cuál será el proyecto técnico de la directiva de cara a la próxima temporada. Los sueños del argentino de jugar en Giallorossi no cambian, a pesar de su infinito agradecimiento hacia el «Special One«, con quien «fue un enorme placer trabajar«, escribió, y de quien recibió palabras y «consejos» como regalo precioso. Ante la perspectiva inmediata de cargar sobre sus hombros a la Roma, de la que tiene el resto, Dybala disfrutó mucho del discurso motivador de De Rossi el martes. Y, consciente también de la responsabilidad del equipo en los últimos resultados negativos, quiere volver a ganar para la Roma, para él y para la afición.
Las sospechas de algunos sobre una posible fuga en junio fueron superadas no sólo formalmente por la expiración de la cláusula según la cual los clubes extranjeros podían adquirirlo hasta el 15 de enero, sino por el renovado deseo del jugador de abrazar el proyecto Friedkin al menos hasta junio de 2025, cuando su contrato termina. Y ya habrá tiempo, si es necesario, para renovarlo. El problema muscular está superado, en estos días ‘La Joya’ entrenó en grupo realizando en sprints cortos que ha vuelto a estar en lo más alto. Y ahora podrá seguir trabajando tranquilo durante un mes, ya que no hay partidos entre semana hasta el 15 de febrero. Está a disposición de De Rossi desde la perspectiva de Verona, como era de esperar, dispuesto a ayudar a Lukaku como en las mejores ocasiones.
El deseo de Dybala por el «otro mundo», el deseo de ampliar horizontes, es si algo lo dice su Argentina, donde el próximo verano se casará Paulo y donde retomará el desafío en la selección para disputar la Copa América, un empeño que Dybala extraña. Y además, hay una amistad especial que une aún más al centrocampista ofensivo con la Roma. La de Leandro Paredes, con quien el campeon del mundo pasa las horas fuera de la cancha con sus respectivos compañeros. Un reino de posibilidades, donde Dybala puede llevar más allá su fútbol champán. Por mucho que esté comprimido en la botella, está furiosamente listo para fluir hacia el campo.