Paradigme

El derby entre Lazio y Roma es declarado de alerta máxima desde el punto de vista del orden público

Alerta máxima para el Lazio-Roma en el Olímpico. Aunque todavía faltan veinte días para el Derby della Capitale, hay muchas señales poco tranquilizadoras desde el punto de vista del orden público de cara al partido previsto para el 19 de marzo, escribe Emilio Orlando en el diario Leggo.

Para esa fecha, el riesgo de rifirrafes y enfrentamientos se considera alto si no regresa la paz entre los simpatizantes de Roma y Lazio. Una pax que corre el riesgo de verse comprometido por la reciente cadena de insultos y despecho. Como, por ejemplo, el daño a la placa de mármol en honor al expresidente de la Lazio Umberto Lenzini, donde se sospecha que está la mano de la hinchada giallorossi. Sin embargo, ayer hubo actos de vandalismo en los alrededores de los campos deportivos de Trigoria que sugieren una venganza después de la desfiguración de la placa dedicada a Lenzini.

Los ojos y oídos de los Digos y del Gabinete de la Jefatura de Policía, por tanto, ya se enfocan en la cita en el Olímpico. También será el primer partido «fuera» para los hinchas de la Roma que tenían prohibido viajar tras los incidentes en la A1 con los ultras napolitanos (de hecho, la Lazio jugará el derbi «en casa»).

Un derby tenso. Como siempre, más que nunca. El primero tras 51 años sin la bandera de los Fedayn. Precisamente la emboscada que sufrió el histórico grupo ultra de la Roma por parte de los ultras serbios del Estrella Roja ha generado nuevos desencuentros incluso con parte de la curva de la Lazio. De hecho, una parte de la Nord (especialmente los antiguos líderes de los Irriducibili) se habrían solidarizado con los Fedayn, pero unos días después llegó un comunicado titulado «Sin respeto y sin solidaridad con los romanistas«, que enumeraba una serie de razones. incluyendo cánticos de larga data contra Vincenzo Paparelli.

Sin embargo, la emboscada de los serbios ha generado temores en la afición de la Lazio, tanto que se han puesto bajo custodia las históricas pancartas para evitar sorpresas. El miedo a la venganza, a la luz de todos los episodios ocurridos y los que podrían ocurrir hasta el saque inicial, sugiere máxima alerta.

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