El ‘sexgate’ Giallorossi ha encontrado su fin. Apretón de manos y comprensión, porque la Roma y la pareja de empleados despedida tras la difusión de un vídeo íntimo, presuntamente robado y difundido por un joven jugador de la Primavera, han llegado a un acuerdo cuenta este viernes el periodista Marco Juric en el diario La Repubblica .
No serán devueltos a su puesto de trabajo, sólo una generosa indemnización por despido que ponga fin al escándalo. Un dinero que no admite culpabilidad, pero que sin duda ha salvado al club Giallorossi de una denuncia penal por revenge porn. El mayor temor en los pisos superiores de Trigoria.
Después de meses de negociaciones, silencios, disculpas perdidas, acusaciones cruzadas e intentos de encubrimiento, llega el final de esta historia. El asunto, al menos desde una perspectiva civil, ha terminado. También se elimina el riesgo de implicaciones penales. Sólo queda entender cuáles serán los movimientos de la justicia deportiva.