Los tóxicos han vuelto recientemente a la carga, alegando que el problema físico que sufrió Paulo Dybala ante el Athletic de Bilbao y que se prolongó hasta Monza fue la causa de una supuesta hipocondría ligada a la selección. Es decir, para algunos (¿muchos?) cada vez que llega el llamado de Argentina, Paulo pararía casi por precaución cuenta Andrea Pugliese en La Gazzetta dello Sport.
Está claro que Dybala sigue siendo el jugador más fuerte de esta plantilla, el único verdaderamente capaz de cambiar el juego con una jugada, un invento, uno de sus hechizos. Y sobre esto no hay ninguna historia, no hay discusión. Sin embargo, lo que se preguntan algunos aficionados de la Roma es si merece la pena centrarse en una estrella capaz de brillar sólo por momentos. El caso es que el actual es el peor inicio de Dybala en sus tres años con los Giallorossi, con sólo un gol (de penalti, ante Udinese) y cero asistencias en los 7 partidos disputados hasta el momento (de 9 en total: 355). minutos en total para él, con una media de 50,7 por partido).
El año pasado en los 7 primeros partidos marcó 2 goles y 2 asistencias, disputando 471 minutos (media de 62,7 por partido), hace dos años marcó 3 goles y 2 asistencias, disputando un total de 563 minutos (media de 80,4 por partido) . En definitiva, otra música, teniendo en cuenta también que Dybala no marca en acción desde el pasado 18 de abril, en el partido de vuelta de la Europa League contra el Milán, en la Serie A incluso desde el pasado 26 de febrero, contra el Torino de Juric.