Primero la noticia: Paulo Dybala y la Roma no están obligados a reunirse de inmediato para renovar su contrato asegura este domingo en el Corriere dello Sport. Es cierto, de hecho, que el actual acuerdo entre el argentino y el club Giallorossi expira en 2025 pero también lo es que dentro del documento firmado en el verano de 2022 no sólo figura la cláusula de rescisión, sino también una opción hasta 2026. O mejor dicho: si el año que viene Dybala, que ganará unos 8 millones con bonificaciones incluidas, juega el 50% de los partidos oficiales, se activará una opción automática para un año más. Esto, obviamente, cambia un poco las cartas sobre la mesa respecto a lo que se pensaba.
Sus agentes están en Italia: cuando la Roma tiene claro cómo acabará la temporada -y por tanto si jugará o no la Liga de Campeones- y cuando además hay un nuevo director deportivo, es lógico que se celebre una reunión incluirse en el orden del día. Pero quien asiste a Dybala ya tiene excelentes relaciones con el club y con el director general Souloukou, por lo que la renovación no es una emergencia. Dybala tiene una cláusula en julio, válida para Italia y el extranjero, que le permite liberarse por 12 millones pero de momento no hay nada escrito. Hay mucho en juego como para tomar una decisión: ¿qué copa jugará la Roma? ¿Qué presupuesto estará disponible? ¿Qué ofertas llegarán?
Hay una certeza: Dybala es un referente técnico y comercial para el equipo. Ayer De Rossi lo dijo claramente: «Mientras esté bien le dejaré jugar». Pero luego agregó que, físicamente, lo asombró: Paulo lleva consigo la reputación de un jugador frágil, cristalino, que necesita ser preservado. Hay una pizca de verdad, pero luego están los números. Y los números, en casi tres años en Roma, lo dicen: 74 partidos, una media de 67 minutos por partido, 34 goles de los cuales 10 desde que estuvo De Rossi. Y además: si jugara al menos una hora tanto hoy contra la Juve como el jueves contra el Bayer superaría los minutos disputados en las tres últimas temporadas, la primera con la Roma y las dos últimas con la Juventus.