La Selección Argentina disputó este martes el último amistoso previo al Mundial de Qatar: en New Jersey, se enfrentó a Jamaica con Paulo Dybala en la grada junto a otros tres compañeros.
La Joya el lunes realizó su primera sesión de entrenamiento grupal tras las molestias sufridas en la previa del ante Atalanta, pero Scaloni, como ya había dicho tras el partido ante Honduras, decidió no arriesgar en el último amistoso. Paulo ya superó la fatiga del flexor izquierdo que llevó al exjugador de la Juventus a perderse el partido contra los de Bérgamo pero no se quieren tomar riesgos innecesarios.
Mourinho y el seleccionador de la Albiceleste están en contacto directo y saben cómo gestionar al ex de Palermo para aprovechar su talento, al parecer a Lionel le vale con el esfuerzo de verle viajar para estar con sus compañeros y trabajar con el grupo, y la sensación es que podría estar en Qatar, si no pasa nada raro. Mientras Mou le necesita como el pan para el sábado.
El del Inter es un partido que tiene un sabor particular. De hecho, en julio, los nerazzurri habían llegado a un acuerdo con Dybala, recién salido de la Juve. Sólo se esperaba oficialidad. Entonces llegó Lukaku y las negociaciones se estancaron. Paulo esperó, apareció la Roma de Mourinho y el argentino rompió la promesa con Marotta. En Milán (y Turín) ya se están arrancando los pelos, pero el objetivo de Dybala es hacer crecer desmesuradamente el arrepentimiento.
El argentino solo tendrá disponible el entrenamiento del viernes, pero la Roma y el resto de clubes intentarán organizar un chárter y recuperar pronto a los jugadores «italianos».