Ranieri se muestra cauteloso, muy cauteloso, con Paulo Dybala. No quiere forzarlo, no quiere presionarlo innecesariamente que se sumaría a esas sensaciones negativas que el deportista percibe sobre su condición física. Y ante la certeza de que algo misterioso está sucediendo, la respuesta del técnico gira en torno a la cercanía con el chico cuenta este sábado el Corriere dello Sport.
De hecho, la situación del argentino sigue siendo un caso real. No ha sido titular desde el pasado 31 de octubre, en aquel partido contra el Torino que decidió su gol, luego veinte minutos contra el Verona, banquillo ante el Union en la Europa League y la grada contra el Bologna para el inicio de una nueva parada vinculada a molestias musculares. Problemas que no se evidencian en las pruebas instrumentales realizadas por los médicos de Fulvio Bernardini pero que ‘La Joya’ sigue percibiendo y que le obligaron a pasar las dos semanas enteras de baja por compromisos con la selección entre la sala de terapia y el gimnasio.
Ayer Dybala apareció por primera vez en el césped de Trigoria. Veinte minutos, tiempo para un calentamiento y algunos ejercicios deportivos, antes de dejar nuevamente a los compañeros y regresar a las salas de fisioterapia. Hoy, en la sesión final en la previa del partido, Dybala volverá a trabajar en el césped con el equipo para poner a prueba sus sensaciones y evaluar su condición atlética.
Sobre el tema informa Daniele Aloisi en ‘Il Messaggero‘ que Dybala sonríe pero sólo está parcialmente de vuelta en el grupo. Esta mañana, será la prueba decisiva para saber cuántos minutos le pueden dar las piernas, luego, a las 17, la salida hacia Nápoles: si no siente dolores, al menos estará entre los jugadores convocados. No tiene una lesión real, pero sí algunos problemas musculares que no le dejan tranquilo.
Por su parte el diario La Repubblica es más negativo, de hecho cuentan que Paulo Dybala no estará en el partido contra el Napoli. Al menos no entre los titulares. Ayer el argentino entrenó parcialmente con el grupo y es la gran duda de la Roma. No hay un diagnóstico, se trata más bien de las sensaciones del jugador, como explicó ayer Ranieri: «Tenemos que ayudar al chico, si tiene estas molestias hay que solucionarlo. Si no hay una lesión real entonces hay que entenderl la razón de este dolor».
Por lo demás una formación obligatoria, una línea de cuatro hombres con Mancini y N’Dicka en el centro y Angeliño-Celik en los flancos. Cristante actuará en el centro del campo junto a Koné, luego tres centrocampistas ofensivos: El Shaarawy por la izquierda, Pellegrini en el centro y Soulé por la derecha.
