En estos días Paulo Dybala aborda su trabajo con buen animo, teniendo ante sí dos puntos de referencia que podrían caracterizar el final de este 2023. El primero, el más complejo, pero preparatorio para todo lo demás, es la cita del 29 de octubre en Milán para el partido ante el Inter; el segundo se refiere a las próximas convocatorias con Argentina.
Como es sabido, ‘La Joya ‘ sufrió una distensión en el ligamento colateral medial de su rodilla izquierda durante el último partido antes del parón, el de Cagliari. Tras el primer gran susto, primero las sensaciones y luego las pruebas instrumentales confirmaron que la lesión no reviste especial gravedad. Ahora se entrena individualmente y, en cuanto a sensaciones, entiende que todo es diferente a lo que le pasó en su etapa en la Juventus asegura La Gazzetta dello Sport. Por tanto, el camino ya está marcado: a principios de la próxima semana se someterá a una nueva resonancia magnética y, si todo va bien, volverá a trabajar con el grupo.
Por otro lado, el partido contra los nerazzurri es importante por un doble motivo: por lo que vale de cara a la remontada de la Liga de Campeones y para acumular minutos de cara a las convocatorias de las selecciones de noviembre. Importante porque, como actual campeona del mundo, Argentina quiere presentarse a la Copa América (que se jugará al final de la temporada) con el objetivo de buscar el doblete. Por eso Dybala sabe que tendrá que estar a su mejor nivel para asegurarse de estar ahí. Pero sabe que, en cuanto Joya regrese, no se le negará ningún gol.