Salvo cambios drásticos en los acontecimientos, Paulo Dybala debería estar convocado para el partido de este sábado ante el Milan, aunque apunta a comenzar desde el banquillo cuenta La Gazzetta dello Sport . Aún quedaría algo de dolor en el tobillo izquierdo, maltratado el lunes por Palomino en Bérgamo. Aunque ayer el argentino en Trigoria hizo un poco de trabajo sobre en el campo, incluso con el balón.
Si mejorara mucho entre hoy y mañana por la mañana, cuando se haga el último test de estrés competitivo para saber realmente su estado, estaría más claro si es posible verle desde el principio o no. De lo contrario, empezará sentado al lado de José Mourinho, para luego si se necesita su ayuda saltar a la grama del estadio capitalino partido en curso.
Después de todo, el tobillo izquierdo es el de la pierna con el que patea, el deterioro es aún más evidente. Y una mala inclinación del tobillo, además de crear problemas técnicos en el manejo del balón, también podría generar problemas musculares.
Por tanto obligatoria cautela, que quede claro pero hay señales positivas, por ello el Special One, mantuvo el entrenamiento de este jueves en secreto incluso para las cámaras del club, ahora valora si arriesgarse o no. Queda por resolver la emergencia en defensa, donde las lesiones de Smalling y Llorente reducen a tres los jugadores disponibles en defensa. Mancini, Ibáñez y Kumbulla quienes salieron al campo juntos en las pruebas tácticas de ayer. De momento, la idea de una linea de cuatro ha sido archivada.