Paulo Dybala se sincera. En una entrevista a Sport Illustrated, el argentino ha repasado sus últimos episodios futbolísticos. Desde la final del mundial ganada con Argentina, pasando por su salida de la Juventus, llegada a la Roma, la posibilidad de Arabia, o una futura vualeta a Argentina.
Esto es lo que ha dicho:
La final del Mundial y ese penalti final
«Sabía que Scaloni me había mandado a la cancha solo para tirar el penal. La presión era inmensa, porque o eres un héroe o un villano, y si cometes un error, todos te recordarán por jugar dos minutos y fallar el penal.»
Tu lesión previa
«Estaba lidiando con una lesión y me quedaban cinco partidos. No quería perder ni un solo día sin recuperarme. Así que, cuando supe la gravedad de mi lesión, hablé con mis compañeros. Formamos un grupo y dijimos que teníamos que encontrar la manera de recuperarnos lo más rápido posible. Es decir, ¿qué máquinas usar, qué dieta seguir?»
«Trabajamos en todo. Dormí con una máquina para estar listo y tenía cuatro en casa. Las usaba todos los días. Estábamos entrenando en los Emiratos Árabes Unidos y recuerdo que el entrenador dio un discurso diciendo que informaría personalmente a tres jugadores que no estarían en la lista final porque solo debía llevar a 26. Cuando terminó el discurso, supe que yo podía ser uno de esos tres. Estaba nervioso, pensé que no estaba a la altura. Entonces, lo vi caminando hacia mí y pensé: «Estoy fuera». Pero él vino y me dijo: ‘Entrena con calma, tú quédate’. Creo que perdí dos o tres kilos en ese tiempo. Fue una alegría personal inmensa porque sentí que todos los esfuerzos y sacrificios realizados durante un mes, habiendo sido meticuloso en cada pequeño detalle, habían sido recompensados. «Sabía lo mucho que había en juego y todos estábamos 100% convencidos de que podíamos ganar el Mundial».
Sobre el partido contra México en el Mundial.
«Ganar contra México fue uno de los momentos más importantes que nos dio un impulso de confianza. Cuando Leo marcó y luego Enzo cerró el partido, supimos que clasificaríamos porque estábamos seguros de ganar contra Polonia. El fútbol es una locura, porque incluso en el Mundial de Rusia debuté contra Croacia. Ese partido fue diferente porque perdíamos 2-0, mientras que esta vez íbamos ganando y me divertí mucho. Cuando estás ahí y ves que no hubo partido, simplemente piensas: esto es nuestro.»
Tu salida de la Juventus.
«La Juventus es un estilo de vida, y a nivel profesional creces mucho, porque allí un empate se percibe como una derrota, así que durante la semana trabajas duro en todos los aspectos. Escuchar a líderes como Buffon, Chiellini, Barzagli y Bonucci en el vestuario sin duda te ayuda a crecer. En muchos partidos, cuando estábamos en el túnel antes de entrar al campo, escuchábamos a los rivales y presentíamos que muchos pensaban: bueno, hoy perderemos, pero ojalá no por demasiados goles. Esto dice mucho de la grandeza del club.»
José Mourinho… Su llamada
«Me sentí muy extraño en ese momento: la incertidumbre de no saber dónde jugaría, qué pasaría o si tendría que irme de Italia, que prácticamente se ha convertido en mi hogar. Llevo aquí 12 o 13 años y, sinceramente, probablemente conozco Italia mejor que Argentina a estas alturas. Recuerdo que en ese momento quería esperar un poco, tomarme un respiro. Estaba en Turín, en casa. Un día, uno de mis agentes vino y me dijo que Mourinho quería hablar conmigo. Claro, Mourinho es especial: es un entrenador que lo ha ganado todo, una persona única. No pude ignorar su llamada. Pero sabía que me convencería, y por eso quise esperar. La primera vez, solo tuvimos una charla agradable, fue una conversación larga, pero no insistió en una respuesta inmediata. Pero al día siguiente quiso devolverme la llamada, así que le dije que me diera unas horas para hablar con mi familia y mi esposa. Hablé con ellos y con mi equipo y, una vez que tomé la decisión de fichar por la Roma, le envié un… mensaje. diciéndole: ‘Hasta pronto.’ Y con esto sellamos el trato.»
Tu presentación en el Coliseo Quadrato. Increible
«Fue una de las pocas veces en mi vida en que me temblaron un poco las piernas. Jugamos al fútbol frente a 50.000 o 60.000 personas, y es normal. Pero vienen a ver un espectáculo, a ver el partido. Pero en ese momento, el público estaba allí solo para mí. No esperaba una bienvenida así. La afición me sorprendió muchísimo. Fue algo hermoso, un momento único en mi vida y en mi carrera. Y en ese momento, comprendí que tendría que esforzarme el doble para corresponderles todo el cariño que me habían demostrado ese día.»
Sobre la oferta de este verano desde Arabia.
«No voy a mentir, son números que realmente te hacen pensar. Pero la verdad es que soy muy feliz aquí en Roma y mi familia también lo es. Mi esposa es una parte muy importante de mi vida y su felicidad también es la mía, y si le preguntas a mi madre, ella era quien menos me quería.»